“Tuvieron tiempo para tomarle fotos, amenazarla y decirle que la iban a quemar, pero no le dieron una llamada a la que todo detenido tiene derecho. Nunca nos avisaron, nos enteramos por redes sociales”, expresó de manera enérgica Cecibel Mero Figueroa, la hermana de Jackeline, quien fue asesinada junto a su esposo y un amigo el pasado martes, en la parroquia rural Posorja, de Guayaquil, en Guayas.

La pariente ahora tiene que hacerse cargo de sus cinco sobrinos, quienes quedaron huérfanos, pero no sabe cómo solventar los gastos.

“Es difícil en estos tiempos, porque no hay trabajo. No laboro, cuido a mis cinco hijos y ahora me toca cuidar a mis sobrinos. Y entre ellos hay una niña que recién va a cumplir dos años. Se me hace un poco complicado, necesito ayuda”, comentó la apenada mujer.

Ayer, su hermana y el cónyuge, Ronald Gustavo Bravo Rosado, eran velados en su vivienda, en las calles 23, entre la R y la S, en el suroeste porteño.

En cambio, al tercer fallecido, Tonny Mauricio Pareja Balladares, lo llevaron a tres cuadras de ese lugar, pero sus familiares pidieron que no se acercaran personas desconocidas, porque querían una despedida íntima.

Un allegado, quien no se identificó, sostuvo que asentaron una denuncia formal en el cantón Playas y que esperan que las autoridades investiguen y se haga justicia.

El mismo pedido lo hicieron los parientes de la pareja. Y ellos fueron más allá, porque exigen que se indague qué policías “estaban de turno en ese momento... Debieron llevarlos directamente a la Fiscalía. ¿Por qué los llevaron a UPC (Unidad de Policía Comunitaria)? ¿Por qué no pidieron resguardo?”, cuestionó Cecibel.

La allegada reiteró que “no hay justificación para lo que hicieron. Está bien, ellos salieron a hacer lo malo, pero las personas que actuaron así fueron peor que mi hermano, mi cuñado y mi amigo, porque ahora son asesinos”.

Jhon, el hermano menor de Jackeline, afirmó que “han provocado traumas en la familia, peor en los hijos. Ellos están destrozados. Queremos que las autoridades se hagan presentes y nos brinden ayuda”.

Además, Cecibel Mero pide que se llame a rendir versión a “la señora que declaró que se le estaban llevando los niños, cosa que es mentira, porque ella primero dijo que se le estaban llevando los niños y después se retracta. Si ella no hubiese levantado esa mentira no hubiese sucedido lo que pasó. No se hubiera levantado el pueblo”.

Ayer, la pariente repetía que no olvidará las imágenes de la masacre que cobró la vida de su hermana, su cuñado y su amigo. Y acotó: “fue como ver en vivo cómo los mataban”.

Video

“¿Yo, robar niños? No, yo tengo hijos”

Esposada de una silla, Jackeline Mero fue grabada minutos antes de su muerte. Sus familiares exigen que se investigue quién lo hizo. Sospechan que fue un policía.

En el vídeo se escucha: “Sí, le digo la verdad, con la mano en el corazón se lo digo: ¿yo, robar niños? No, yo tengo hijos. Eso es mucha mentira. No sé por qué esta señora que está afuera dice cosas que no son, porque mire cómo el pueblo se levanta. Ni yo siendo, que se roben mis niños, yo también los quisiera matar, porque yo también soy madre.

Es mentira, eso es mentira. Le digo la verdad, dígame ladrona y se lo acepto, dígamelo, pero no robaniños”. Fueron sus últimas palabras.

Investigación

Ocho procesados por asesinato

Ayer, ocho sospechosos fueron procesados por asesinato y enfrentarían una pena no menor a 22 años, confirmó el fiscal Víctor González.

Los individuos recibieron prisión preventiva, por 30 días, y fueron identificados como Rodolfo Solís, Rolando Pérez, Adrián Preciado, José Bonilla, Luis Mocha, Douglas Quiñónez, Darío Alcívar y José Barrera.

Sorteo

La audiencia de Flagrancia se hizo en Guayaquil, pero se hará un sorteo para que se designen un Juzgado y una Fiscalía de Playas.