“Ni en el camposanto hay ya seguridad”. De esta manera se lamentaba Jorge López, quien junto con otros pobladores de Los Tintos, de la parroquia Juan Bautista Aguirre del cantón Daule, provincia del Guayas, sellaba nuevamente la bóveda de José Modesto Arreaga Auria, agente de la Policía Nacional cuyos restos amanecieron expuestos el miércoles 26 de mayo dentro del cementerio local.

La profanación la descubrieron varios fumigadores del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) parroquial cuando arribaron para realizar su trabajo. El hecho fue comunicado a la policía y también a los deudos.

Narcisa Auria Matamoros, madre del extinto gendarme, fue una de las primeras en llegar al sitio y con gran dolor le tocó revivir la inesperada partida de su único hijo.

Sentada al lado del cofre trataba de descifrar por qué le hicieron eso a su vástago. Los habitantes sospechan que el tiempo les quedó corto a los profanadores, quienes no pudieron violentar las seguridades de la puerta principal para llevarse los restos. Unos huecos descubiertos en la pared posterior del camposanto hacen presumir que por allí ingresaron.

Elvira León, presidenta del GAD parroquial, lamentó lo ocurrido y dijo que esperarán las investigaciones. “La pared es alta y la puerta tiene buenas seguridades. No se pudieron llevar el cuerpo, lo cual presumimos era el objetivo”, puntualizó. (ERS)