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Puntos de vacunación: entre el malestar y el orden
El proceso de inmunización se vive en dos realidades en Guayaquil. Mientras en un punto todo fluye con organización; en otro, usuarios protestan
Esperó cuatro horas bajo el sol. Cuando Sonia Gómez pensó que al fin se vacunaría, eran las 17:00 y, dice -sosteniendo un algodoncito empapado de alcohol sobre su brazo derecho-, cerraron las puertas de la Unidad Educativa Fe y Alegría, donde la derivaron. Eso fue la tarde del 5 de julio de 2021. La odisea que pasó para vacunarse empezó días antes. Según la página del Ministerio de Salud Pública (MSP), le tocaba en la Unidad Educativa Otto Arosemena, pero de ahí, le dijeron que fuese a la Fe y Alegría, en el suburbio de Guayaquil.
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Mientras esperaba a que el médico coordinador de ese punto de vacunación les diera recomendaciones que debían de tener en cuenta post vacunación, Sonia se quejaba de la falta de organización e información que hay en el Fe y Alegría. Al mismo tiempo, una decena de personas hacía fila en ese lugar y compartían el mismo malestar.
Decenas de personas hacían fila afuera de ese punto. Dentro, más personas esperaban la inoculación. En la formación se decía de todo: que el proceso estaba demorado porque no había suficientes personas para vacunar o para digitar la información de los carnés, que no había dosis… Rumores. El equipo de este diario preguntó por qué había personas que, a pesar de tener fecha y hora para vacunarse, no lo habían logrado. Dentro dijeron que solo podían ver declaraciones con un oficio del MSP.
Pedro del Rosario era uno de ellos. Tiene 55 años y la tarde de hoy 6 de julio era la segunda vez que se paraba afuera de la Fe y Alegría a esperar por su dosis. Un día antes, hizo lo mismo, pero no alcanzó. Junto a él, un sinnúmero de personas se quejaban de lo mismo, de la espera y la falta de información.
Sin embargo, el panorama era distinto en el punto de Sagrado Corazón. Un médico que estaba trabajando en ese punto, que prefirió no dar su nombre porque no era el vocero oficial, explicó que con el pasar de los días, desde que se abrieron esos lugares para el proceso en junio pasado, cada vez llegan más personas a recibir sus vacunas.
En ese lugar nunca han tenido problemas de aglomeraciones o personas que se queden sin inmunizarse. Hoy, por ejemplo, hasta las 15:00 habían despachado a 309 personas. Tenían 660 dosis de Pfizer y 320 de Sinovac. Quienes llegan al lugar, pasan, se sientan en sillas y esperan a su turno. No hay aglomeraciones en el exterior y, si alguien necesita información, se la dan. A las 17:00 cierran las puertas, pero dentro se quedan vacunando a todos.
