Con la llegada de la época lluviosa los vecinos de la quebrada Carretas y de la cuenca del río Monjas, en el norte de Quito, están aún más preocupados por su situación.

Una de las primeras decisiones del alcalde Santiago Guarderas fue declarar ambas zonas en emergencia. Eso revivió las esperanzas en los moradores, aunque no han visto ningún cambio y no han recibido la visita de ningún funcionario, según contaron.

Estefanía Pabón, representante de Carretas, comentó que han pasado 15 años desde que su lucha empezó. “Hemos perdido 25 metros de terreno, estamos en peligro”. Esta quebrada no tiene río, pero sí lleva las aguas negras de varias urbanizaciones de Calderón.

Más informes

El concejal Fernando Morales explicó que a partir de esta declaratoria las entidades municipales tienen 20 días para presentar informes. “Lo fundamental es que los funcionarios no le mientan al alcalde y el alcalde no le mienta a Quito”.

Con los resultados de los informes se espera conocer la situación real de estas zonas. Algo que Pabón tiene claro. “Nos han dicho que la solución es reubicarnos, pero pedimos el embaulamiento de esas aguas”.

José Dulbecc, representante de los moradores que viven en la ribera del río Monjas, dijo que necesitan ayuda urgente, pues el afluente recoge también aguas servidas de los barrios del norte. “Esperemos que lo hagan, caso contrario la emergencia se transforma solo en un enunciado”.

Daniela Valarezo, secretaria de Seguridad, dijo a EXTRA que el alcalde ha asignado dos millones de dólares para que la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (Epmaps) haga los primeros trabajos.

“Los resultados se presentarán al alcalde luego de los 20 días que se cumplen el 5 de noviembre”, enfatizó.