Alberto Arteaga quería celebrar el Día del Padre con amigos y parientes, pero mientras se preparaban para cocinar un caldo de gallina criolla se percataron que no tenían agua.

Su familia y otras 149 fueron afectadas luego de que la mañana del 17 de junio un deslizamiento de tierra provocó que parte de la avenida Los Conquistadores, en el centro-norte de Quito, se partiera y cayera a la quebrada.

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Arteaga fue con sus hijos, sobrinos y ‘panas’ con más de 10 baldes para recoger agua de un tanquero que el Municipio envió para que abasteciera del líquido vital. “Tenemos que caminar más de 300 metros porque vivimos en las laderas del río. Tenemos que hacer como 10 viajes para agarrar suficiente agua”.

Otro aspecto que preocupa a Arteaga es la seguridad de sus dos hijas, quienes deberán caminar más de un kilómetro para tomar un bus y dirigirse a sus trabajos. Ellos viven en el tramo de Los Conquistadores que se encuentra cerrado.

Ante esto, Carlos Tenorio, delegado de logística del barrio El Cebollar, habló con los policías del Distrito Manuela Sáenz para que desplieguen agentes motorizados que realicen patrullajes en la mañana y noche. “Hay puntos en los que no hay alumbrado público y los vecinos corren riesgo”.

Por su parte, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) informó que se realizará un operativo especial de movilidad para disminuir el impacto por el cierre de la avenida.

Municipio activó mesa técnica

La Alcaldía de Quito instaló una mesa técnica que monitorea durante las 24 horas del día el punto donde ocurrió el deslizamiento.

Además, se activó un protocolo de crisis en el que participan varias instituciones municipales, como las secretarías de Movilidad, Seguridad, Coordinación de Territorio, Ambiente, entre otras.

El alcalde Pabel Muñoz dijo que las reparaciones de la vía durarían cerca de dos meses.

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