La vivienda de Graciela Romero, ubicada en la cooperativa 5 de Junio, en Durán, tenía señales de descuido en su fachada. Sin embargo, la arena regada sobre la acera, la puerta oxidada y la basura en el bordillo no ‘tapiñaron’ que desde allí supuestamente operaba Romero, alias Calcibón, con su red de microtráfico en la que habría involucrado a menores.

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Según la Policía Nacional, la mujer fue detenida en el operativo Tormenta 40, desarrollado desde el domingo 7 hasta el lunes 8 de septiembre, por tener en su poder más de 50 dosis de cocaína. A sus vecinos, en cambio, la noticia los tomó por sorpresa, pues creían que Calcibón era ‘inmune’ a la justicia. Una moradora, bajo reserva de identidad, reveló que en ese sector habían ‘caído’ todos, menos la mujer de 45 años.

Por esto la conocían como Calcibón

 “Han cogido presos a consumidores, borrachitos, todos lo que se apegaban a su casa, pero a ella no. Los vecinos nos sorprendíamos porque incluso en una ocasión una policía que era más alta que ella y de más contextura la quiso agarrar y nunca se dejó”, relató.

Pero la historia de Calcibón no empezó allí. Según esta mujer, Graciela Jaqueline Romero Ochoa ha residido en ese sector de Durán desde hace más de 23 años y, de acuerdo con su relato, la ahora detenida fue apodada Calcibón por “ser bien flaquita”.

Otro residente recordó que la detenida en el operativo era consumidora de drogas hasta el 2019, pero en la época en que se ordenó la cuarentena por el COVID-19 observaron que muchas personas llegaban a su puerta. “Desde ese tiempo nos imaginamos que ya no solo consumía, sino que también andaba en sus cosas”, comentó el vecino, en referencia a la venta de drogas.

La moradora, aparte, aseguró que sus tres hijos fallecidos “andaban en malos pasos”. “A dos de ellos los mataron en la balacera que hubo cerca del cementerio en diciembre de 2023 (masacre de 6 personas en los alrededores del camposanto Jardines de Durán)”.

El tercero, en cambio, por lo mencionado por la vecina, murió en un accidente de tránsito luego de estrellar su motocicleta contra una volqueta. “Decían que él estaba huyendo porque había robado una gorra en un ‘cincuentazo’”, indicó.

Finalmente, los habitantes mencionaron que la mujer era capaz de defender a su barrio de cualquier malandro atrevido. “No hacía mal a los vecinos; de hecho, defendía su cuadra”, manifestaron.

En cuanto al supuesto reclutamiento de menores como medios de transporte en su presunta red de microtráfico, los residentes aseguraron no haberse fijado en ese detalle. “Lo que sí sabemos es que desde que la ‘agarraron’ no hemos visto ‘hacheritos’”, finalizó la vecina. 

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