La localización de un laboratorio de drogas en Esmeraldas le dio un giro a la lucha que tiene la Policía Nacional contra el narcotráfico. A diferencia de los hallazgos anteriores, esta vez las autoridades sí identificaron a quienes lo construyeron y lo manejaban: Los Tiguerones.

Este grupo criminal, que es una facción de Los Choneros, se dedicó a refinar clorhidrato de cocaína, la cual provenía desde Colombia y se la almacenaba en la parroquia de Mataje, cantón San Lorenzo.

Según un alto oficial policial de la Zona 1 (comprende a Sucumbíos, Imbabura, Carchi y Esmeraldas), estos individuos han ido más allá en el tema del narcotráfico.

“El lugar era sumamente sofisticado. Tenían incluso una planta eléctrica oculta bajo tierra para que no se escuchara el ruido que provocaba”. El uniformado explicó que la capacidad para procesar la droga era de media tonelada semanal.

Eso daba cuenta de que la enviaban a otros países, aunque también se la comercializaba para el consumo interno.

Lo que implica

Como parte del operativo, los agentes de la Zona 1 aprehendieron a 12 personas que serían de Los Tiguerones. El oficial dijo que cada quien tenía un rol por cumplir.

¿Pero qué implica que se haya identificado a una banda detrás del refinamiento de los alcaloides? Santiago Nieto, experto en temas de seguridad y exoficial de policía, responde que esta banda se dio cuenta de que hay formas más eficientes para traficar y que generan mejor rentabilidad.

“Si en Colombia un kilo de droga puede costar entre 400 y 600 dólares, con el refinamiento puede subir de 1.400 a 1.600 dólares. Es un valor bastante atractivo para estos grupos”.

Microcárteles

Mario Pazmiño, exmiembro de Inteligencia del Ejército del Ecuador y analista en seguridad, detalló que esto es una muestra de la mutación que se está viviendo en el país. “Las megabandas entendieron que debían independizarse de los grandes carteles de la droga”.

A decir de Pazmiño, lo que están haciendo Los Tiguerones ya lo hicieron los microcárteles en Colombia en los 80. Luego de eso se conformaron los grupos delictivos como el Cártel de Medellín y de Cali.

“La presencia de laboratorios a cargo de estas bandas puede generar dos escenarios: el uno es que hay nuevas dinámicas delictivas y el otro es que se están formando microcárteles en nuestro país”, acotó el especialista.