Los quiteños “han bajado la guardia”. Así lo confirman las instituciones de Control que durante el fin de semana, hicieron algunos recorridos por la capital para verificar el cumplimiento de la normativa vigente, que impide las aglomeraciones.

Una fiesta con más de 300 personas fue suspendida en el sector Rancho Los Pinos, en La Argelia Alta, en el suroriente de la capital. Fue la denuncia de los vecinos la que llevó a los Agentes Metropolitanos de Control hasta ese punto.

En el sitio, la gente no respetaba el distanciamiento social y muchos no usaba mascarillas. En el punto se había montado un escenario para un show musical. La medida prioritaria de los agentes fue retirar a los asistentes y decomisar la bebidas alcohólicas. Los uniformados indicaron que el el punto había personas de la tercera edad y niños.

Horas más tarde, en un conjunto del sector Itchimbía, en el oriente de Quito, se retiró a un grupo de personas que se encontraban bebiendo licor en el espacio público.

Sin embargo, uno de los puntos conflictivos, con respecto a las medidas de bioseguridad, que identificaron las autoridades fue una piscina de Quitumbe, sur de la urbe. Dentro de ese complejo turístico, los agentes hallaron a personas sin mascarillas, por lo que desalojaron el lugar.

Adicionalmente, en Caupicho también en el sur de Quito, la Agencia Metropolitana de Control sancionó a un local en el que 40 personas consumían bebidas alcohólicas, sin distanciamiento y sin permiso de funcionamiento.

Según la AMC, más de mil personas fueron retiradas de eventos masivos. Fiestas y canchas deportivas eran los lugares de reunión más comunes, intervenidos por las autoridades.