La Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), de Quito, realizó un operativo sorpresa para determinar si los buses de transporte público cumplen la normativa que obliga a estos no generar contaminación ambiental. Los resultados fueron alarmantes.

La entidad ha informado que realizó la fiscalización a 66 buses de transporte público, con equipos especializados que fueron colocados en los tubos de escapes, para medir los gases y otras sustancias que estos emanan al circular por las calles de la capital.

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Tras la evaluación de los resultados, la AMT estableció que de los 66 buses fiscalizados, 40 fueron sancionados por no cumplir la normativa legal que los obliga a no ocasionar contaminación. Esto significa que el 60 %, más de la mitad, de los buses fiscalizados incumplen las medidas.

Las sanciones fueron impuestas en base al artículo 391, numeral 1, del Código Orgánico Integral Penal, que señala lo siguiente: "La o el conductor de un vehículo automotor que circule contraviniendo las normas previstas en los reglamentos de tránsito y demás disposiciones aplicables, relacionadas con la emanación de gases".

Según la normativa legal, la infracción es sancionada con una multa equivalente al 10 % de un salario básico (46 dólares en 2024) y la reducción de 3 puntos en la licencia de conducir.

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