Santiago Cueva se convirtió en peatón a la fuerza. Hace tres meses, un agente de Tránsito le retiró su moto por no estar matriculada.

Pero no por falta de voluntad o pago de valores, explica el afectado. Fue la ausencia de turnos para la revisión vehicular la que le causó el problema. El vehículo era su herramienta de trabajo. Es repartidor.

El miércoles 26 de octubre, unas tres mil personas se juntaron en los exteriores de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), norte de Quito. La consigna era reclamar por las irregularidades que, supuestamente, se han dado en los procesos de matriculación.

El 40% de conductores no ha logrado cumplir con el trámite. Así lo confirma Darío Paladines, representante del sector automotriz. El viernes pasado, la Defensoría del Pueblo emitió un fallo a su favor. “El Municipio no se ha pronunciado, pero deberá reembolsar el dinero de las multas por recalendarización (más de 109 dólares por persona)”, describe.

Alexis Calderón, un taxista, dice que la única forma de cumplir con la revisión fue haciéndola en otro cantón. “Sabemos que hay tramitadores, pero cobran mucho”, revela. Hasta el cierre de esta edición, la AMT no se pronunció al respecto.