El operativo del bloque de seguridad, conformado por miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, ingresaron a la cárcel 4 de Quito a las 4:30 de este sábado 16 de marzo. La intervención estaba dentro de la planificación de las autoridades como parte de las acciones del estado de excepción.

La avenida Jhon F. Kennedy, en El Condado, norte de la urbe, se cerró al paso vehicular hasta donde también llegaron funcionarios de la Defensoría del Pueblo para precautelar que los procesos estén enmarcados en los Derechos Humanos.

El mayor Mauricio Pinto, jefe de la coordinación operacional del Distrito La Delicia, informó que en la intervención se hallaron artículos prohibidos como: armas blancas, electrodomésticos y celulares. "El levantamiento se hizo con la unidad de Criminalística, luego el ingreso de los objetos como evidencias por parte de la Policía Judicial, para que entren en cadena de custodia", agregó.

Los vecinos estuvieron atentos a los movimientos de los uniformados, sobre todo hasta que los locales comerciales pudieran abrir de nuevo sus puertas a los clientes. "Solo fue por unas horas, me parece bien que controlen", dijo una de las comerciantes.

Otra vecina, Laura Tasintuña, dijo a EXTRA que, a diferencia de otros barrios que 'hospedan' a centros penitenciarios El Condado no ha tenido mayores problemas. "Las actividades se han realizado con normalidad, no puedo mentir", dijo.

Sin embargo, lo que sí la aturde es el bullicio que 'meterían' los privados de libertad. "Desde las cinco de la mañana, hasta las 10 de la noche hacen mucha bulla. Será que no tienen nada qué hacer", relató.

Como la estructura -diseñada para custodiar a juicios, políticos y policías procesados- está adosada a otras casas, los vecinos escuchan claramente que juegan volley y hasta las malas palabras con las que se tratan los internos. "Sería bueno que eso controlen un poco. También merecemos estar en paz en nuestras casas", dijo Laura.

¿Quieres leer más contenido de calidad? Suscríbete a Diario EXTRA