Miles de quiteños fueron a dar una vuelta por los parques y plazas de la ciudad para iniciar el feriado de Carnaval. Otros disfrutaron de las actividades realizadas por el Municipio y algunos prefirieron jugar con espuma.

En el parque de La Carolina, en el norte de la urbe, se reunieron familias enteras para disfrutar del sol mañanero y comer los platos típicos que se ofrecen en este lugar como los famosos cevichochos. Algunos fueron para hacer deporte o darse un paseo en bicicleta.

Por la avenida Amazonas, en el sector de La Mariscal, en el centro norte de la capital se desarrolló El Corso de Carnaval, un festival de danza y agrupaciones culturales organizado por la Alcaldía de Quito.

En el desfile participaron decenas de personas de todas las edades quienes representaban a unidades educativas, organizaciones artísticas y dependencias municipales.

Cerca de ahí, en un centro comercial ubicado en la calle Jorge Washington, instalaron un cañón de espuma donde los niños aprovecharon y jugaron por un momento. También hubo una orquesta musical que animaron el ambiente con canciones tropicales.

Sin embargo, en otros lugares como en el parque de La Alameda, el ambiente se veía triste. Esto porque autoridades del Municipio cercaron la laguna para evitar accidentes.

Raquel Vallejo salió con un amigo para pasearse por este sector y apreciar a los peces que nadan por esta laguna. Añadió que por este feriado pasara en la casa porque tiene miedo de la inseguridad por la que atraviesa la ciudad y “porque la economía no permite darnos los gustitos”.

En otro sector de la ciudad, cerca de las faldas del Ilaló, por el sector del El Tingo, al oriente de la capital, hubo un desfile de chagras. Varios grupos de vecinos de los barrios aledaños armaron sus comparsas culturales y desfilaron por las principales calles. Además, en varios puestos ofrecieron platos de hornado con diferentes sazón.

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