A Gabriel Flores le rajaron los dedos de su mano izquierda a cuchillazos, por robarle, y ahora ni siquiera puede sostener una tijera. Él es peluquero estilista.

Trabaja en la peluquería de un amigo, en la avenida Ajaví, sur de Quito, y ayer se cumplió una semana desde que lo abordaron sus tres atacantes. “Me dirigía a comprar unos tintes. Estaba por el Mercado Mayorista y esos tipos empezaron a insultarme”.

No les 'paró bola'  y uno de ellos sacó un gran cuchillo ‘matachanchos’ de su pantalón. “¡Vamos a matarlo!”, dijo el ladrón y se abalanzó al cuello de Gabriel, quien valientemente  agarró el arma con su mano. Entoces el malhechor forcejeó y le cortó los tendones. Los otros dos aprovecharon el momento para rebuscarle los bolsillos para llevarse su celular y más de 50 dólares.

“Estaba sangrando y corrí detrás de ellos. Pedía que alguien me ayudara”, contó la víctima. Con su mano destrozada fue hasta un centro de salud y después lo enviaron a un hospital.

Buscó ayuda

Allí lo operaron, vendaron y lo enviaron a casa. Desde entonces no ha podido salir por temor a que los tipos quieran rematarlo.

El colectivo Silueta X, a través de un comunicado, precisó que el ataque fue un acto de odio y no solo delincuencial. Esto porque Gabriel es “visiblemente de género no conforme”.

 Por el momento, no hay detenidos por este ataque y robo, ni el afectado se ha arriesgado a poner una denuncia.