Este 15 de marzo se realizó un plantón en la Plaza Grande, centro de Quito, para solicitar al Municipio de la capital que se mantengan abiertos los centros de diversión nocturna.

Las trabajadoras sexuales piden que no solo se mantenga el plan piloto para laborar ni tampoco esperar a que se presente un informe de cuáles han sido los resultados. “Lo que queremos es ya ponernos a trabajar”, decían las chicas.

Con carteles en mano y golpeando cacerolas, las sexoservidoras se apostaron frente a la Alcaldía. Sin embargo, no fue lo único que hicieron.

Las muchachas organizaron, en protesta, un show. Dos de ellas se quitaron la ropa y bailaron ante las miradas de los curiosos.

Según la dirigencia, hay 31 locales que dan cabida a más de 8000 trabajadoras. Además, las familias que se benefician de esta labor sobrepasarían las 100 mil.