La lucha contra el acoso sexual en el transporte público de Quito se ha intensificado con la llegada de los nuevos trolebuses 100 % eléctricos. Estas unidades, además de contribuir con el medioambiente, están equipadas con tecnología de punta que fortalece la política metropolitana de “cero acoso”, una estrategia que ya muestra resultados positivos. 

Según un estudio reciente del Observatorio de Seguridad, la percepción de acoso entre las usuarias bajó 27 puntos entre 2023 y 2024. La iniciativa, impulsada por las máximas autoridades de la alcaldía de Quito contempla la monitorización mediante las cámaras de seguridad (20 por cada unidad), señalética visible, personal capacitado y un protocolo claro de atención para personas que son víctimas de algún delito de carácter sexual. 

A esto se suman campañas de sensibilización y la colaboración de más de 380 guardias de seguridad que vigilan los principales puntos de la red de transporte.

¿Cómo reportar un caso de acoso?

Si una persona es víctima o testigo de acoso dentro del trolebús, puede reportarlo de inmediato presionando el botón de pánico rojo ubicado dentro de la unidad. Otra opción es enviar un mensaje SMS al 6367 con la palabra “acoso”, o escanear el código QR que está en los letreros informativos dentro del vehículo. 

También es posible informar el incidente directamente al personal de la Empresa de Pasajeros, quienes conocen las acciones que se deben seguir en este tipo de casos. Una vez activada la alerta, el Centro de Control se encarga de aplicar el protocolo: ubican al presunto agresor, brindan atención inmediata a la víctima y, si esta lo desea, la acompañan en el proceso de denuncia. 

El llamado de las autoridades municipales

La prioridad para las autoridades y la ciudadanía es actuar con rapidez, empatía y eficacia, según señala la Empresa de Pasajeros. Esta estrategia no se queda en los buses. Todo el personal que interactúa con los usuarios, como conductores, agentes del Servicio de Atención al Usuario (SAU), guardias y hasta psicólogos, ha sido capacitado para identificar y prevenir el acoso. 

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El objetivo es convertir cada unidad de transporte en un espacio seguro, vigilado y con personal consciente de su rol en la erradicación de la violencia sexual. La reducción del 81,25 % al 53,87 % en la percepción de acoso en corredores como el Trolebús y la Ecovía evidencia que las políticas aplicadas están haciendo efecto y es un problema que se pretende erradica en el sistema de transporte público de la ciudad. 

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