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Quito | En La Roldós la gente grita: "¡Fuera 'vacunadores'!"

En este barrio del norte de Quito, los extorsionadores están al acecho a través de llamadas. La gente hizo una protesta en contra de la inseguridad

Vacunadores en La Roldós
Los residentes hicieron una marcha para exigir mayor seguridad en La Roldós.Karina Defas

Las hijas de María (nombre protegido) no están yendo a la escuela desde que su madre fue amenazada por extorsionadores. Hace ocho días, la mujer recibió una llamada de ‘vacunadores’ que le dijeron que sabían todos sus movimientos.

Y al parecer no mentían. “Ellos conocen dónde vivo, la dirección de mi negocio y hasta dónde estudian mis niñas. Me pidieron mil dólares y que luego de ese pago que esperara algo que me enviarían a mi local”, dice preocupada esta comerciante de La Roldós, norte de Quito.

Ella y otras personas están recibiendo amenazas vía telefónica para que empiecen a pagar diferentes montos que van desde los 200 dólares. Se quejan de que han denunciado esto a las autoridades, pero no han obtenido ayuda. Ni siquiera han recibido apoyo en las líneas habilitadas por la Policía para combatir la extorsión.

“Me dijeron que me asignarían a un investigador luego de un mes y que una patrulla iría a mi negocio, pero hasta ahora nada”, se quejó la perjudicada.

Inseguridad

Vacunadores en La Roldós
Los vecinos se organizaron y hacen sonar las alarmas cuando se comete algún delito.Karina Defas

Ante ello, los vecinos de La Roldós organizaron una marcha ayer 23 de noviembre para exigir mayor seguridad y para estar atentos por si los ‘vacunadores’ empiezan a llegar a su zona.

“Es terrible lo que estamos pasando. Lo único que queremos es vivir en paz. No solo debemos lidiar con este reciente tema de las ‘vacunas’, sino por la inseguridad en general”, manifestó una moradora, que no quiso identificarse.

Según las personas, a este problema se unen los atracos a los moradores. La nueva manera de operar es que los criminales se suben a los buses para robarles, algo que hasta hace poco no se veía.

Los ladrones se paran en las paradas de transporte para hacerse pasar como pasajeros y subir. “Aquí ya se les conoce y tienen también la costumbre de pedir plata a los choferes de los buses para quedarse tranquilos”, contaron los residentes, que están listos para linchar a los criminales si esto continúa.