Tatiana Rodríguez no ha podido ni dormir desde hace cuatro días. Su bebé, de nueve meses, permanece en terapia intensiva...

La madre, venezolana de 20 años, explica que el viernes pasado llevó a su niña a una cita con una ortodoncista en el Hospital Pediátrico Baca Ortiz, en el norte de Quito.

Debía hacerle un procedimiento que mejoraría su paladar hendido.

“La tenía en mis brazos, le pusieron un molde con una masa en el paladar, luego se empezó a ahogar”, relata.

Cuando la doctora lo sacó, este estaba sin el material con el que se pretendía plasmar la forma del paladar. “Mi niña se puso morada, no respiraba”, lamenta Tatiana.

Le había dado un paro cardíaco.

Se la llevaron a otra habitación durante una hora. La joven madre no salía del shock. Luego pasó a emergencias y finalmente a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde permanece intubada.

LA INCERTIDUMBRE

La familia de la niña exige respuestas sobre su estado.

Roque Macías, director asistencial del hospital Baca Ortiz, comentó que el material con el que se iba a tomar la huella del paladar de la pequeña se fue hacia la parte superior de su aparato respiratorio.

“Se logró retirar todo, no llegó a los pulmones”, explicó Macías.

Sin embargo, Tatiana dice que incluso le dijeron que la pequeña tenía neumonía y que se ha descartado el contagio de COVID-19.

El médico agregó que la intubación que le hicieron “fue para resguardar sus vías aéreas”, pero no se sabe cuándo podría despertar y tampoco si el paro cardíaco que tuvo ese viernes le dejó alguna afectación neurológica. “Iremos viendo cómo evoluciona”, añadió el galeno.

Insistió en que los pulmones de la menor de edad están libres de obstrucciones y se lo comprobó con una tomografía. Tatiana y su familia respondieron que no han recibido ningún documento con el diagnóstico.

Para ello, la casa de salud recolectará los informes médicos para presentarlos a los padres, según Macías.