La esposa de Danilo Mejía no entendía la razón por la que su marido fue tiroteado cuando estaba en un billar de Checa, parroquia del oriente de Quito. Este 20 de julio, la mujer, quien prefirió no dar su nombre, consideró que su esposo fue una víctima colateral del brutal ataque dejó dos fallecidos y tres heridos antes de la medianoche del 18 de julio.

“Él (Danilo) me llamó a decirme que ya llegaba a la casa, pero no lo hizo. Yo sabía que estaba en la billa y cuando subí a verlo, ya estaba herido”, contó la señora afuera del lugar de velación en Checa.

Según información policial, unos sujetos armados llegaron hasta ese centro de diversión y abrieron fuego contra los presentes. Tras el ataque, los afectados quedaron tendidos en el piso y, según la esposa de Danilo, ella lo embarcó en una camioneta para trasladarlo hasta el hospital de Yaruquí.

Allá solamente se confirmó la muerte del hombre, de 27 años, quien era trabajador de una empresa privada, a decir de su pareja. “Deja a nuestra hijita en la orfandad”, lamentó la habitante.

El silencio invade en los habitantes de la parroquia Checa

Todavía no está clara la razón para el violento ataque, ya que ninguno de los afectados registraba antecedentes penales. “Lo único que supimos fue que a uno de ellos (víctimas) ya lo venían siguiendo”, comentó una moradora que tiene su casa cerca del billar y quien vive con terror desde el hecho, ya que Checa se ha caracterizado por su tranquilidad.

Otro de los fallecidos fue identificado como Carlos Morales, quien tenía 21 años. Su funeral se llevó a cabo en una sala que se ubica junto al edificio del Gobierno Parroquial de Checa, en el parque central de la localidad.

Quienes lo conocieron solamente dijeron que tampoco sabían a qué se debió el atentado y prefirieron guardar silencio. En cuanto a los tres sobrevivientes, dos de ellos fueron llevados hasta el hospital de Calderón, norte de Quito, y su estado se encontraba en reserva.

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