Siguen apareciendo miles de objetos prohibidos en la Penitenciaría del Litoral. La mañana de ayer viernes 4 de agosto, un nueva intervención de policías y militares dejó más armas, municiones, droga, dinero y explosivos incautados.

En la incursión participaron 3.000 uniformados, quienes ingresaron fuertemente armado y en compañía de una tanqueta blindada, para continuar con la tarea de recuperar el control en los pabellones del reclusorio.

Además de los objetos mencionados, también decomisaron ropa y accesorios como relojes y cadenas de marcas de lujo y gran valor comercial.

También causó asombro la enorme cantidad de electrodomésticos de gran peso y tamaño que fueron hallados en algunas celdas, como ventiladores, lavadoras, televisores, cocinas, acondicionadores de aire tipo split y dispensadores de agua fría y caliente.

A medida que los pabellones eran revisados y los objetos prohibidos encontrados, estos eran apilados en uno de los patios del reclusorio, para su posterior destrucción o traslado.

Visitas siguen restringidas

En los exteriores del penal, decenas de familiares esperaban que las autoridades penitenciarias se pronuncien sobre los horarios de visita, pues desde el jueves 3 de agosto estas estaban suspendidas, debido a las incursiones de la Fuerza de Tarea Conjunta.

Alrededor de las 09:30, los visitantes fueron notificados de que nuevamente se restringiría el ingreso de los familiares y que solo se permitiría la entrega de paquetes con alimentos y artículos de higiene.

Esto causó malestar y sobre todo desconfianza en los allegados de los reos, pues al no entregar las raciones directamente a sus seres queridos, temían que estas se pierdan o fueran a parar a manos de otras personas.

El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), a través de un comunicado, informó que las requisas continuarían a lo largo de la tarde y noche.

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