Dos tatuajes en sus brazos y un arete en su lengua fueron los indicios que revelaron la identidad del cadáver embalado que se halló en la parroquia Diez de Agosto, en Pastaza. Se trata de Leonela Mesías, de 19 años, cuyos restos estaban dentro de plásticos negros y amarrados con cinta de embalaje.

Maritza Reino, fiscal provincial (e) de Pastaza, detalló ayer que Mesías fue asesinada con un fuerte golpe en su cabeza. Por el momento esa sería la causa principal, ya que en el cuerpo no se habrían hallado más indicios de violencia, pese a la forma en la que fue localizado.

Mesías fue encontrada por un grupo de personas dentro de una finca que está detrás del cementerio de la Diez de Agosto, el pasado 22 de abril. Inmediatamente llamaron al ECU-911 para que iniciaran las investigaciones.

Según Reino, la joven salió de su vivienda cinco días antes. “Los familiares de la chica no habían reportado la desaparición porque ella acostumbraba a irse de la casa entre dos o tres días”, contó la fiscal.

Pero cuando se supo del hallazgo de los restos fueron a la Fiscalía y se entrevistaron con el antropólogo forense. Luego se dirigieron hasta Ambato, en la provincia de Tungurahua, al centro forense donde estaba Mesías. Allí pudieron identificarla por sus tatuajes y el piercing.

Este lunes se estaban realizando los trámites para retirar el cadáver, indicó la fiscal Reino. La funcionaria comentó que se encontró una motocicleta quemada, pero que se están haciendo las pericias para saber si pertenecía a la víctima.

El vehículo de dos ruedas estaba a unos 15 kilómetros aproximadamente de donde se encontraba el cuerpo de la chica.