Un grupo de mujeres afrodescendientes que habitan en zonas vulnerables del noroeste y del sur de Guayaquil participa en un programa de fortalecimiento comunitario impulsado por el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) con el apoyo de la Embajada del Reino de los Países Bajos. La iniciativa se ejecuta en barrios como Las Malvinas, Isla Trinitaria, Cristo del Consuelo, Socio Vivienda y Guasmo Sur.

El proyecto, denominado Círculos Comunitarios de Cuidados, busca crear redes sólidas de organización barrial para enfrentar de forma estructurada los retos que afectan a estas comunidades, entre ellos el racismo, la exclusión y la violencia derivada del crimen organizado. A través de talleres, actividades comunitarias y jornadas de sensibilización, las participantes adquieren herramientas para la acción colectiva y el liderazgo.

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Allison Velasco, quien reside en la Isla Trinitaria, en el sur de Guayaquil, como beneficiaria del proyecto, comenta que a través de los círculos ha aprendido a valorarse y empoderarse. Junto con su familia ha participado activamente en el proyecto de CDH y Países Bajos. “Las mujeres han encontrado su voz y se sienten más seguras y valoradas. Esta es una herramienta invaluable para nuestro crecimiento personal y comunitario, para el desarrollo sostenible y la igualdad de género", ha expresado esta líder de Guayaquil.

Vulnerabilidades que enfrentan

En el contexto ecuatoriano, el enfoque se ha centrado en mujeres afrodescendientes debido a los múltiples factores de vulnerabilidad que enfrentan. Las acciones incluyen la promoción de espacios seguros, el fortalecimiento del tejido social y la prevención del reclutamiento de menores en zonas de alto riesgo. Estas dinámicas permiten que las mujeres se conviertan en agentes clave de resistencia dentro de sus propios entornos.

A escala regional, la Embajada de los Países Bajos colabora en proyectos similares que priorizan los derechos de las mujeres, niñas, población de las comunidades LGBTIQ+ y defensores de derechos humanos, especialmente en contextos donde existen amenazas vinculadas a economías ilegales y estructuras delictivas. En Guayaquil, esta estrategia se alinea con el objetivo de generar cambios sostenibles desde las bases comunitarias, articulando esfuerzos entre sociedad civil, cooperación internacional y actores locales.

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“Con las acciones generadas en los círculos de mujeres, junto a la Embajada de Países Bajos, estamos generando y dando herramientas para que las mujeres afrodescendientes tengan instrumentos necesarios para volver esa resistencia mucho más vigorosa en sus comunidades, especialmente oportuna para Guayaquil y Ecuador. Es en esa perspectiva que nuestra labor cobra especial sentido”, dice Billy Navarrete, director del CDH.

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