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Los niños, también tentados al vicio de las redes sociales
La redes sociales forman parte de nuestra vida cotidiana; los adultos pasamos inmersos en este mundo digital gran parte del día.
La redes sociales forman parte de la vida cotidiana: los usuarios dedican gran parte de su día a revisarlas. Y aunque los adultos, en ciertos casos, pueden mantener un control del tiempo que pasan en estas plataformas, los niños —que también tienen acceso, a pesar de las restricciones de edad— pueden llegar a sobrepasarlo de no contar con supervisión.
De hecho, un reporte realizado por la agencia de consultoría Activa Research expone que, a pesar de que existen esas restricciones, el acceso a las redes sociales por parte de menores es muy común. Y Latinoamérica no es la excepción.
Para esta investigación, desde noviembre de 2018 a enero de 2019, se realizaron un total de 4.929 encuestas en toda la región —en la lista de países analizados se encuentra Ecuador— a hombres y mujeres padres de niños y niñas entre 3 y 13 años.
El estudio señala que desde una edad temprana, la mayoría de los niños tienen acceso a algún dispositivo con conexión a Internet. Dos quintos de los padres afirman que los dos motivos principales por los que sus hijos usan Internet son: acceder a juegos en línea y buscar información para tareas del colegio.
En Ecuador —según la encuesta— un 90 % de menores de edad tiene acceso a dispositivos con conexión a Internet; mientras apenas un 10% no puede acceder a ellos. Este grupo está dividido en dos segmentos:
1) Los niños de entre 3 y 9 años: Un 86 % de menores que tienen Internet en sus dispositivos electrónicos.
2) De entre 10 a 13 años: Un 96 % goza de conexión en sus artefactos.
La red social de mayor alcance en la región es la plataforma de videos YouTube con 72 %; le siguen WhatsApp y Facebook con un 25 %; más atrás vienen Instagram (15 %), Snapchat (11 %) y Twitter (5 %).
Si bien YouTube no podría ser considerada una red social ‘tradicional’, es la plataforma de mayor consumo en Ecuador por niños (68 %). Las tradicionales, tales como Facebook e Instagram, son las que ocupan mayor consumo en los ‘pelados’ de nuestro país: 30 % y 8 %, respectivamente.
Algunas más perjudiciales para la salud mental
Un estudio publicado en 2017 por la organización británica Royal Society for Public Health y el Young Health Movement (YHM), midió el impacto psicológico del uso de las plataformas sociales en jóvenes de entre 14 y 24 años.
La sensación de soledad, el concepto sobre sí mismos, la evaluación sobre su propio cuerpo, la depresión y los vínculos emocionales, fueron varios de los efectos negativos que se derivaron de uso.
En la encuesta se preguntó a los jóvenes por su experiencia personal y en qué medida cada una de las plataformas que utilizaban mejoraba o empeoraba ciertos factores relacionados con la salud mental.
Se clasificó estas cuestiones desde -2 (mucho peor), pasando por 0 (sin efecto) a 2 (mucho mejor). El resultado evidenció que YouTube es la plataforma social con un impacto más positivo en la salud mental de los jóvenes, mientras que Instagram es la que ejerce una influencia más negativa.
Menos tiempo en pantallas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en abril pasado un instructivo en el que señala que los niños de menos de un año no deben ser expuestos a ningún tipo de pantalla electrónica.
Los niños de 2 a 4 años tampoco deberían tener más de una hora por día de “tiempo de pantalla sedentario”, incluyendo juegos de computadora o televisión. La OMS aconseja para ellos tres horas de actividad física por día, no más de una hora de “tiempo sedentario de pantalla”, y al menos 11 horas de sueño.
Asimismo, los bebés no deben ser expuestos a las pantallas y, en su lugar, deben participar en juegos activos en el piso. En el caso de los niños de 1 a 4 años recomienda que realicen al menos tres horas de actividad física al día.
Juana Willumsen, una de las autoras de la guía, indica que “lo que realmente necesitamos hacer es devolver el juego a los niños”, dijo Willumsen.