Solo treinta y ocho días fueron los que pudo gozar fuera de ‘cana’, Ricardo Genaro Rivera Arauz, tío del exvicepresdeinte de la República Jorge Glas, y quien en 2017 fue detenido y sentenciado por asociación ilícita en el caso de corrupción que involucra a la empresa brasileña Odebrecht.

La madrugada del 15 de enero, Rivera, de 72 años, fue una de las víctimas mortales de la COVID-19. Falleció en una casa de salud del norte de Guayaquil, donde permanecía desde el pasado jueves.

El tío del ‘exvice’ permaneció cuatro años y seis meses recluido en el Centro de Privación de Libertad Zonal 8. El pasado 9 de diciembre, el juez Luis Jiménez de la Unidad Judicial Especializada de Garantías Penitenciarias de Guayaquil le concedió el beneficio prelibertario.

Su abogado, Andrés Zuleta, explicó que el miércoles Rivera sufrió una descompensación en su salud y que el jueves ingresó a emergencia y durante la tarde fue internado. “Su cuadro se complicó y falleció a las 05:00. El motivo fue una alteración en el sistema respiratorio por COVID. Él tenía problemas cardíacos y respiratorios, e incluso, cuando salió de la Regional (cárcel) tenía otros problemas, lo que se fueron deteriorando”.

Zuleta confirmó que Rivera recibió las dos dosis de la vacuna, pero que su salud era delicada. “No hubo sistema de reanimación porque tenía puesto el grillete. Esto se le comunicó al juez porque temíamos que pueda ocurrir un evento como este”.

“Se encontraba en un régimen semiabierto. Aún le faltaba un año y seis meses para cumplir su condena. Vivía en una urbanización de la vía Samborondón”, mencionó Aníbal Quinde, otro de los abogados del Rivera. (AEB)