María Luisa Totoy caminaba desesperada de un lado a otro. Aguardaba a la ambulancia que llevaría a su hijo Édgar Saigua hasta la ciudad de Guayaquil.

Estaba por la puerta de emergencias del Hospital Provincial de Riobamba, Chimborazo, y quería darle la bendición a su vástago, de 30 años, a quien un supuesto chamán le hizo una limpia energética, pero solo le causó quemaduras en su cuerpo.

Según la madre de Édgar, carpintero de profesión, él se realizó limpias por tres días en su casa, en el barrio San Martín de Veranillo, Riobamba. Pero la noche del viernes 2 de septiembre habría ocurrido la ‘chamuscada’.

Inmediatamente sus familiares llamaron a las autoridades y llevaron a su pariente hasta una casa de salud. Los galenos aconsejaron trasladarlo a un hospital de mayor capacidad, pues se requería de atención especializada y terapia intensiva.

Su padre, Carlos Saigua, indicó que persiguieron al sospechoso para que se responsabilice, pero huyó. “Se fue por el sector de la Politécnica, al norte. Ahí se metió en unos terrenos y se perdió”, contó.

Francisco Hernández, jefe subrogante de Policía de Chimborazo, explicó que de acuerdo con la versión de los médicos, la mala combinación de los aceites utilizados durante estos ritos ancestrales produjo la combustión. Agentes hallaron el auto del curandero abandonado y se presume que está escondido en una comunidad aledaña a Riobamba.