El contrato suscrito entre el Estado ecuatoriano y la empresa Progen para la generación eléctrica continúa generando polémica. Esta vez, el debate se trasladó a redes sociales, donde el ministro de Transporte y Obras Públicas, Roberto Luque, y el expresidente Rafael Correa protagonizaron un cruce de acusaciones públicas.

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Todo inició cuando Correa reaccionó a una entrevista en la que Luque explicaba cómo se dio la contratación con Progen. En dicha intervención, el ministro aseguró que ni él ni la ministra Andrea Manzano tenían responsabilidad directa sobre la firma del acuerdo. El exmandatario no tardó en responder en su cuenta de X.

“No pueden ocultar su corrupción, pero quieren tan solo culpar a un tonto útil. Por la mitad de esto, Luque y Manzano ya estarían presos en un país con Estado de derecho. Imaginen si fueran ‘correístas’...”, escribió Correa, poniendo en duda la transparencia del actual Gobierno.

La respuesta de Luque: “Está cordialmente invitado a regresar al Ecuador”

Ante las declaraciones de Correa, Roberto Luque le respondió en el mismo tono y también desde su cuenta en X. El funcionario le recordó al expresidente que aún tiene asuntos pendientes con la justicia ecuatoriana y lo invitó a regresar al país.

“Está cordialmente invitado a regresar al Ecuador, para que compruebe a dónde van a parar los verdaderos corruptos. El hospedaje está asegurado. Le adjunto una foto del avance de la cárcel (del Encuentro) que construimos pensando en su comodidad”, ironizó Luque.

La publicación fue acompañada por una imagen del avance de la Cárcel del Encuentro, una nueva infraestructura penitenciaria en construcción en Santa Elena, que está diseñada para albergar a cerca de 800 reclusos de alta peligrosidad.

El trasfondo: responsabilidad en la contratación de Progen

El intercambio se da en medio de un contexto de fuertes cuestionamientos al contrato con Progen, cuya legalidad y transparencia han sido puestas bajo la lupa. La Contraloría General del Estado ha iniciado procesos para determinar las posibles irregularidades en su firma y ejecución.

Sin embargo, tanto Luque como Manzano insisten en que no fueron responsables directos del proceso, aunque las críticas, tanto políticas como ciudadanas, continúan creciendo. El cruce de palabras entre el ministro y el expresidente deja entrever no solo una disputa sobre el caso específico, sino también una confrontación más amplia entre el correísmo y las actuales autoridades.

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