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Salió a una fiesta y nunca regresó a casa

Camina muy lenta, apoyada siempre de un bastón y sentarse le resulta imposible a causa de su artritis reumática degenerativa.
A Nancy Mera, de 62 años, la enfermedad se le complicó hace diez años, fecha en la que desapareció su hijo Luis Javier Corrales Mera, cuando tenía 21 años y cuatro meses.
Fue el 29 de julio del 2006 que vio por última ocasión a su ‘niño’, como ella le decía de cariño. El cumpleaños de Javier fue ayer y su madre lo recuerda con mucha tristeza por no tenerlo a su lado.
Dijo que su vástago salió a una fiesta junto a unos amigos y nunca más volvió a casa.
“Lo busqué por tres días seguidos. Me les arrodillé a esos amigos con los que mi hijo salió y no me dijeron nada de lo que pasó con él”.
“Desde ese momento comenzó a acabarse mi vida. Perder un hijo no es fácil y perder a otra es terrible”, recuerda doña Nancy, quien se aferra a la foto de su hijo. El Ministerio del Interior ofrece una recompensa por ubicarlo.