Seis horas antes de que Luis Alberto Gonzabay Magallán apareciera colgado en la celda de la cárcel donde cumplía una condena de dos años y ocho meses, se contactó por teléfono con su esposa y le dijo que la extrañaba y que ya falta poco para estar juntos, porque en poco tiempo recobraría la libertad.

Sin embargo, ese mismo día sus familiares recibieron una llamada desde el Centro de Rehabilitación Social de Varones 1, de Guayaquil, conocido popularmente como ‘Peni’, en la que le informaban que Luis Alberto se había suicidado y que su cuerpo estaba en el Laboratorio de Criminalística.

Gonzabay, de 31 años, era oriundo de la parroquia Colonche, perteneciente al cantón Santa Elena y desde octubre de 2019 se encontraba recluido en este centro carcelario del Puerto Principal, acusado de hurto.

Su padre, Guido Gonzabay, dijo que no cree que su hijo se haya suicidado porque cuando llamó a su conviviente se lo notaba tranquilo y animado, porque ya le faltaban ocho meses para salir de prisión.

“ En la mañana llamó a su esposa y le dijo ‘mi amor, ya pronto volveremos a estar juntos, espérame, falta poco’ y en la noche recibimos la noticia que se suicidó y que lo hallaron a las 11:00, para nosotros a él lo mataron”, sostuvo el progenitor.

Su hermana Verónica Gonzabay contó que Luis Alberto tenía dos hijos, una niña de 13 años y un varoncito de 3, y que antes de caer preso su ñaño y su padre se dedicaban a la pesca. (AEB)