Con sus cabezas agachadas y con una profunda tristeza, los devotos de Santa Marianita de Jesús y autoridades de Salitre abandonaron los exteriores de la Diócesis de Daule. Esto tras culminar la audiencia con el obispo Cristóbal Kudtawiec para pedirle que el párroco Ángel Paredes no fuera cambiado.

A pesar de sus súplicas, no solo a Dios sino a las autoridades de la Iglesia, la decisión no fue cambiada. Los fieles detallaron las obras que había realizado el sacerdote, pero eso no inmutó al obispo.

Este domingo 14 de abril, desde muy temprano llegaron a la iglesia Santa Marianita las familias que respaldan a Paredes. Entre abrazos y lágrimas expresaron que la decisión del obispo les ha dejado una profunda pena.

“No vamos a dejar que nuestro cura se vaya a otro cantón (Pedro Carbo). Le vamos a poner candado a la iglesia para que no se lo lleven”, dijo Mercedes, habitante de la cooperativa Virgen del Carmen.

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Cindy Jiménez, otra feligrés, manifestó que el obispo, al culminar la reunión, que se realizó a puerta cerrada y sin la prensa, expresó que va a considerar la posibilidad de que el párroco Paredes pueda regresar a Salitre en unos dos años.

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