“Ay, ay, ay...”. Ese fue el grito con el que Héctor Benito Macías Solís, de 62 años, reaccionó a los impactos de proyectiles que acabaron con su vida la mañana del viernes 12 de noviembre, en el puesto de sandías donde laboraba, que está ubicado en el sector La América, de la vía San Juan-Puebloviejo, en Los Ríos.

Carlos Bonilla, jefe del difunto, contó que Macías era oriundo del cantón Ventanas y llegó, como todos los días, a las 07:00 hasta su local de venta de frutas.

Sin embargo, cuando faltaban veinte minutos para las 08:00 aparecieron dos motorizados, quienes le dispararon por varias ocasiones a una corta distancia. “Él intentó correr, pero debido a las heridas de bala se desplomó junto a la camioneta. Gracias a Dios yo estaba dando retro al carro. De lo contrario, hasta a mí me iban dando”, relató sorprendido el comerciante de frutas.

Según Bonilla, todo sucedió tan rápido que ni siquiera pudo percatarse de las características de los sicarios. “Solo vi a dos hombres en moto y uno de ellos le disparó a Héctor. Luego huyeron”.

Macías tenía dos meses laborando en el puesto de sandías y eventualmente salía a comercializar frutas a bordo de la camioneta de su jefe. El difunto era chofer profesional, por lo que Bonilla le dio la oportunidad de laborar en su local, para que tenga un sustento económico y pueda llevar el pan a la mesa de su progenitora.

Macías se retiraba todos los días alrededor de las 18:00 hasta su natal Ventanas, donde habitaba con sus parientes.

El hecho violento llamó la atención de Carlos, pues la víctima nunca le dijo que tuviera problemas con alguien. “Era un hombre trabajador y muy conocido por la actividad al volante. Una vez solamente me comentó que estaba pidiendo un terreno de su progenitor, pero eso fue todo”, concluyó.

La policía llegó al lugar del ataque y realizó el levantamiento del cadáver para trasladarlo a la morgue de Babahoyo.(TOF)