A veintidós años de cárcel y al pago de un poco más de medio millón de dólares sentenció el Tribunal Penal del Azuay al ecuatoriano Roberto Vinueza, a quien se lo halló presuntamente culpable de la muerte de Fabricio Peralta, ocurrida en abril de 2019. Un segundo detenido de nacionalidad venezolana fue declarado inocente.

La víctima, de 22 años de edad, se desempeñaba como guardia de seguridad de una entidad bancaria. Según el proceso, el joven había salido noche del 20 de abril para visitar a su novia, sin embrago, al día siguiente su cuerpo fue hallado envuelto con una lona color verde y con manchas de sangre, a un costado de un solar y junto a un pequeño muro, en el sector de la ciudadela las Orquídeas, noreste de Cuenca de la provincia del Azuay.

La muerte, según el protocolo de autopsia, se habría debido a un trauma cráneo encefálico provocado con un objeto contundente.

Durante la audiencia de juicio que concluyó la tarde del viernes 10 de julio, la fiscal Vilma Ortega presentó los elementos probatorios que demostraron la existencia del delito y la supuesta participación de Vinueza en la infracción y, sobre esa base, los jueces emitieron sentencia condenatoria en su contra.

Entre las evidencias presentadas, a más del informe de Criminalística y de la autopsia, la Fiscalía presentó unas sogas con las que el cuerpo fue amarrado; y declaraciones del procesado donde, el 25 de junio de 2019 cuando fue detenido mediante un allanamiento a su vivienda, admitió el cometimiento del delito. El informe oficial de la Fiscalía no cita las motivaciones que desencadenaron al hecho de sangre.

Con los elementos probatorios, el Tribunal de Garantías Penales del Azuay sentenció al sospechoso a veintidós años de privación de libertad como autor material del delito de asesinato. Además, deberá cancelar una multa de 800 salarios básicos unificados (320 mil dólares) y 203 mil 304 dólares como reparación integral a favor de los padres de la víctima. (JM)