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¡Solo siete días para convocar a nuevas elecciones, si es que se aplica el artículo 130!
La Asamblea tendría el plazo de una semana para llamar a nuevos comicios en caso de aceptar el cumplimiento del artículo 130.
La Asamblea Nacional, durante la tarde del sábado 25 de junio, se reunió para debatir el uso del artículo 130 de la Constitución en la situación actual del país. Sin embargo, hasta las 21:00 del mismo día, el poder legislativo no definía lo que sucedería con Guillermo Lasso como presidente de la República.
En esta reunión se analizaría la muerte cruzada, figura de la Constitución del 2008 en la que deja sin efecto el poder de una de las dos partes, es decir, del presidente y del pleno.
Giuseppe Cabrera, máster en análisis político, considera que el gobierno se le adelantaría a la Asamblea en esta pugna y no permitiría su destitución. No obstante, en caso de que este sea el 'camino', el primer paso sería que el vicepresidente, Alfredo Borrero, asuma el cargo.
El estado de excepción se elimina en las seis provincias donde regía
"Lo más probable es que vayamos a elecciones muy convulsionadas en las que se abren alternativas anti institucionales" y explica que los escenarios de convulsión se convierten en propicios para los extremos como, y enumera, a Bolsonaro, Trump y extrema derecha.
Él asienta sus declaraciones en que "muchas personas no están de acuerdo con el paro y, sobre todo, porque han habido manifestaciones de violencia que justificarían esos discursos" y concluye que, en caso de no darse la destitución, posiblemente tampoco se aplicaría el enjuiciamiento político ya que "no conviene al correísmo" porque "van con la esperanza de ser el proyecto político más consolidado y el único partido que tiene asegurada la entrada a una segunda vuelta".
Por otro lado, María Paz Jervis, decana de la facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la UISEK, establece que de ser aceptado el pedido, tendrían solo siete días para llamar a elecciones presidenciales que deberían realizarse en máximo 90 días.
Pero, mientras tanto, el vicepresidente gobernaría y, en caso de no aceptar el cargo, la Asamblea tendría que definir quién ocuparía el cargo del Ejecutivo.
Oswaldo Moreno, analista y consultor político internacional, afirma que el gran problema no sería salir de la crisis actual, sino mantener la gobernabilidad durante los próximos tres años debido a lo desgastado que se encuentra el gobierno y cómo quedaría después del escenario actual.
