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Caso descuartizada: ¡Dos hombres en la mira!
Desde la capital movilizarán un antropólogo para otras pericias y determinar con qué la cortaron.
En el cementerio de La Concordia sepultaron los restos incompletos de la joven.
La policía está tras la pista de dos individuos con los que habría estado la última vez Evelyn Espinoza Mendoza, la joven santodomingueña, que fue encontrada descuartizada en Machala.
Marco Egas, jefe de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased) de El Oro, dijo que esperan los trámites de Fiscalía para buscar a los sospechosos. “A más tardar entre hoy (ayer) o lunes ya podríamos tener los papeles”, dijo el uniformado.
Según la familia, “la chica vino con amistades acá a Machala, pero no saben quién”, refirió el jefe policial y por ello se va a localizar a dos sujetos que serían claves para dar con quienes atacaron a Evelyn, a quien cortaron en ocho pedazos.
Aunque la policía cree que los tipos ya están en alerta por la conmoción que causó el caso a nivel nacional, harán todo lo necesario para ubicarlos.
Además, en la investigación esperan la participación de un antropólogo que llegará desde la capital, para precisar con qué la mutilaron.
“A Evelyn le tomaron decenas de fotografías para el análisis profesional. Así se determinará con qué objeto le realizaron los cortes en las articulaciones”, explicó Egas.
Cinco días después del macabro hallazgo, el sitio fue desmontado por los dueños del terreno y cercado con alambre de púas. Justo mientras realizaban la limpieza encontraron el cuerpo desmembrado, del cual faltan los pies, una mano, que habrían sido retirados por perros callejeros.
“No se merecía lo que le hicieron”
Por la calle de Los Almendros, Evelyn Lisseth Espinoza Mendoza, de 24 años, se alejaba de la casa de sus abuelos, quienes la criaron. Se iba por un par de días o semanas, pero siempre volvía por esa misma calle.
La madrugada del pasado viernes llegó por última vez, pero en un féretro. Ella fue asesinada y descuartizada en El Oro. Sus restos fueron depositados en una bóveda del Cementerio de La Concordia.
El funeral empezó a las 10:30 del viernes y durante una hora, mientras sellaban la tumba, unas doscientas personas le cantaron y la despedían. Le colocaron rosas y velas en un altillo. Evelyn era muy querida por amigos y vecinos.
“Era buena, linda y alegre... Tenía la mente de una niña de cinco años, era muy inocente”, contó su tía Geoconda Mendoza, quien la recuerda con mucho cariño.
La pariente mencionó que Evelyn era un poco callada, pero cuando estaba alegre, conversaba y cantaba, “era incapaz de hacer daño”, agregó Mendoza. La muchacha tenía discapacidad intelectual.
En el barrio Santa Rosa, donde creció, todos la conocían y la cuidaban. Sin embargo, fuera de ese sector, la gente se aprovechaba de su ingenuidad.
“Le decíamos que no se vaya. El día que se fue por última vez yo le dije: mamita linda, no te vayas, quédate aquí... pero ella no hacía caso, era como una niña. No merecía eso, ella no se merecía lo que le hicieron”, contó la familiar.
La familia de Evelyn sufrió mucho por la muerte de la joven, pero pese al dolor ellos han decidido dejarlo atrás y continuar. “Esperamos la justicia de Dios, ya nada nos la puede devolver, ella está allá tranquilita”, finalizó la pariente mientras miraba al cielo.