En Guayaquil, una jueza decidió ponerle freno momentáneo a la entrega del contrato para operar la Troncal 3 del sistema Metrovía, misma que recorre la urbe porteña desde Bastión Popular, en el noroeste, hasta el centro. La medida cautelar se originó en un reclamo que viene de un actor conocido en esa ruta: el consorcio Metrobastión S.A., que la ha manejado durante más de 18 años.

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Todo comenzó cuando la empresa, descalificada en la licitación, acudió a los tribunales con una acción de protección. En su denuncia asegura que el proceso tuvo “fallas graves” que beneficiaron directamente a su competidor, Metronorte, declarado ganador.

Suspensión de Troncal 3: ¿Cuáles son los argumentos que usa Metrobastión?

Entre los señalamientos, Metrobastión afirma que Metronorte no acredita la experiencia mínima de una década en transporte urbano ni cuenta con la flota de 60 buses que exigían los pliegos. A eso se suma que uno de sus integrantes, la Cooperativa Hyundai No. 94, habría participado sin el aval formal de su asamblea general.

Pero no se trata solo de requisitos técnicos. El consorcio sostiene que hubo un trato desigual: mientras al ganador se le habrían pasado por alto errores graves, a ellos se les exigió un cumplimiento absoluto, descalificándolos tarde y sin posibilidad de respuesta. El resultado, advierten, podría sentirse en la calle: menos seguridad vial y un servicio con riesgo de interrupciones para miles de pasajeros.

Desde la otra orilla, la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) salió a defender su proceso. El martes 12 de agosto, la entidad difundió un comunicado en el que asegura que todo se hizo “con transparencia y legalidad”. Recalcó que la suspensión judicial no significa que haya irregularidades comprobadas y que el contrato con Metronorte ni siquiera ha sido firmado.

La respuesta de ATM

La ATM insiste en que las reglas del concurso fueron públicas, sin impugnaciones en su momento, y que una comisión técnica evaluó las propuestas permitiendo la corrección de errores subsanables antes de tomar una decisión. Por eso, advierte, defenderá ante la justicia la constitucionalidad y legalidad del concurso.

Mientras tanto, la operación de la Troncal 3 sigue a la espera de una resolución definitiva. La decisión final podría redefinir no solo quién maneja la ruta, sino también cómo se administra uno de los ejes de transporte masivo más importantes de Guayaquil.

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