“Mi amor hago la última carrera y me voy a casa”, fueron las últimas palabras que por teléfono Wellington Luis Zambrano Plúas expresó a su esposa. Trece horas después, la mujer recibió la desagradable noticia: El cadáver ingresado la noche anterior al Laboratorio de Criminalística y que no había sido identificado era el de su esposo.

El asesinato del taxista informal, de 39 años, ocurrió a las 22:00 del martes en la cuarta etapa de la ciudadela Guayacanes, en el norte de Guayaquil. Los criminales lo bajaron de un vehículo y lo dejaron abandonado en media calle. Le propinaron dos tiros, uno en la cabeza y otro en el tórax.

Su hermano, Jairo Zambrano, relató que a las 19:00 su cuñada llamó por teléfono a su ñaño para comunicarle que ya había llegado a casa y preguntarle a qué hora llegaba él.

“Nunca pensó que era la última vez que escucharía a su esposo. No supimos nada de él toda la noche y madrugada. Estábamos angustiados, no pudimos dormir. A las 08:00 una vecina le dijo a mi cuñada que había visto en la televisión que un hombre apareció asesinado en Guayacanes. Acudimos a la Policía”, recordó Jairo.

Se contactó con la compañía de transporte en la que su hermano trabajaba como taxista informal hace tres meses y le comunicaron que la última ubicación que registra Wellington es a las 20:34 en el parque Samanes.

“Por la cercanía de estos dos lugares sospechamos que podía ser mi hermano, pero manteníamos la esperanza de que estaba vivo y que solo fuera una coincidencia. Acudimos a la morgue, lamentablemente el hombre asesinado es mi hermano. No se conformaron con llevársele el carro y sus pertenencias, por qué lo mataron”, expresó con tristeza el ñaño.

Su padre, Luis Zambrano, mencionó que hasta agosto de 2021 Wellington trabajó como agente metropolitano para el Municipio de Guayaquil, pero tras quedarse sin empleo comenzó a laborar como taxista.