Juntos pero no revueltos. Los taxistas legalizados cuestionan que se los relacione por el mal comportamiento de quienes “ni por chiste” los consideran sus colegas.

El pronunciamiento de los profesionales del volante se debe a la mala actitud de un chofer, quien atacó con escupitajos e insultos a una pasajera que no quiso sentarse en el puesto del copiloto. La mujer también le había pedido que se coloque adecuadamente la mascarilla.

La actuación del sujeto fue grabado en un video de 40 segundos, que luego se viralizó en las redes sociales. El hecho al parecer ocurrió durante esta semana en Quito.

“Está mal que a cualquier conductor se lo llame taxista, o que se los relaciones por un servicio que ofrece de manera ilegal”, manifestó Busther Maldonado, presidente de la Unión Cantonal de Operadoras de Taxis de Guayaquil (Ucotag), gremio que acoge a unos 4.000 choferes de 22 cooperativas.

El dirigente reconoce que también hay malos taxistas, que “De todo da la viña del Señor”, pero les ‘choca’ que siempre se los mezclen en delitos cometidos por “quienes dicen ser de nuestros gremios”.

Maldonado señala que el próximo año iniciarán una campaña de concienciación sobre el servicio que ofrecen.

Jorge Romero, gerente de la cooperativa City Alfaro, cuestiona que sean las mismas autoridades que los mezclen con los informales.

“Ni siquiera se los puede denominar ‘taxistas de aplicación, porque también contamos con dispositivos para el servicio de nuestros clientes”.