¡Fuera piratas, fuera!, eran las leyendas que portaban en los parabrisas de la parte posterior unas 500 unidades de la transportación amarilla de la ciudad de Machala, en la provincia de El Oro, donde la mañana de este lunes 5 de noviembre de 2018, paralizaron sus actividades.

La medida obedeció para rechazar la presencia de los carros ‘piratas’, que según los reclamantes se han incrementado considerablemente desde que entró a funcionar el terminal terrestre de la ciudad.

Los choferes profesionales, que no gozaron del respaldo de sus dirigentes, recorrieron con sus vehículos la avenida 25 de Junio, hasta llegar a los bajos de la Gobernación de El Oro, Municipio de Machala y Movilidad.

La finalidad era para mantener un diálogo con algún representante de estas instituciones, sin embargo solo pudieron ser recibidos por una delegada de la gobernadora, Rosa López.

William León Valarezo, socio de la cooperativa Urseza, declaró que el presidente actual de la Unión Provincial de Taxistas de El Oro, debería renunciar a su cargo, porque supuestamente no se sienten respaldados por él.

“El señor Mejía (presidente) está más preocupado por su candidatura a un dignidad, que por los socios que estamos atravesando esta competencia desleal por parte de los carros piratas”, refirió el portavoz de los reclamantes.

“Estamos yéndonos a la “quiebra” porque los carros piratas han aumentado considerablemente. Ya es hora que las autoridades paren esta situación que nos está afectando a todos los que vivimos del transporte legal”, manifestó José Barreto Arias, quien lleva más de 55 años laborando en una unidad de la cooperativa 5 de Noviembre.

A muchos conductores particulares y a la ciudadanía les tomó por sorpresa la paralización de la clase del volante, debido a que las calles céntricas de la capital orense se vieron congestionadas. Algunos vehículos privados en cambio se quedaron atrapados en medio de la manifestación.

A esta medida pacífica, no todos los choferes del transporte regularizado se sumaron a los reclamos de sus compañeros. Juan Zapata que estaba trabajando normalmente, dijo que él no sabía de la manifestación de sus colegas. Sin embargo, recalcó que apoyaba las exigencias porque en cada punto de la urbe existen carros ilegales.