El robo de un vehículo, en el sur de Quito, fue el comienzo de una investigación policial que reveló la presencia de Los Tiguerones en la capital. Pero no solo eso, sino también la consigna que tenían estos delincuentes para que alguien ingresara a su organización terrorista

Este 5 de junio, Richard Dávila, comandante policial del Distrito Eugenio Espejo, detalló que fueron alertados por sus compañeros de Quitumbe, zona sureña de la urbe, sobre la sustracción de un vehículo, pasadas las 20:00 de este 4 de junio. “Se realizaron labores investigativas y se conoció que el automotor estaba en la zona de Iñaquito (en el norte)”, indicó el oficial.

Los agentes se desplegaron hasta las calles Eduardo Salazar, cerca a la calle Guangüiltagua, en El Batán, y allanaron un domicilio. En su interior encontraron, la madrugada de este 5 de junio, a tres hombres y también al vehículo sustraído.

Los criminales fueron identificados como Wagner Abraham Gaspar Angulo, Moisés Joel Sánchez Bolaños y Juan Carlos Calderón Velepucha. Según Dávila, todos serían cabecillas del grupo armado y alquilaron aquel inmueble, donde fueron localizados, hace aproximadamente tres meses. “La dueña de casa dijo que no vio nada fuera de la ley que le obligara a denunciarlos a la Policía”, explicó el jefe del Distrito Eugenio Espejo.

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El manifiesto criminal de Los Tiguerones

“Son personas peligrosas que operaban en la ciudad. Tienen antecedentes penales por diversos delitos”, informó el coronel Dávila. Entre las evidencias que encontraron estaban tres machetes, dos armas de fuego, celulares y dos documentos escritos a mano.

Y justamente el contenido de esas misivas fue lo que alarmó a los investigadores. El oficial explicó que se trataba de un manifiesto con los parámetros delincuenciales que caracteriza a Los Tiguerones y sobre cómo son usados para el reclutamiento de más criminales.

Este manifiesto está dividido en cuatro temáticas que rige a estos terroristas. El primero es una oración a la serenidad dedicada a Dios y ‘cualidades’ que deben tener los delincuentes que forman parte de la organización: fuerza, valor y sabiduría.

En el segundo parámetro, estos tipos lo dedican explicar los reglamentos como son: no dejar a un delincuente en situaciones difíciles y mantener la mente fría ante esas circunstancias. Así también a respetar a los demás antisociales.

La lealtad a Negro Willy

El tercer punto que topan los delincuentes de Los Tiguerones es las frases que usan y que han metido miedo a la población como “siempre activos”. También han surgido otras: “¿Cómo está esa moral?” y se responde “alta, altísima, a mil metros de altura”.

Sin embargo, esto no es lo más alarmante, sino el cuarto punto del manifiesto delincuencial. En este exponen los parámetros que se debe seguir para ingresar a Los Tiguerones y lo que pasa si abandonan a esta mafia.

Según estos sujetos, quien desee entrar deberá pasar por seis meses de prueba para ganarse su ‘placa’ o tatuaje. Eso les permitirá ser un ‘tigre’ de raza. Con eso, los nuevos deberán respetar y escuchar a todos los líderes de la organización.

Además, les advierten que si se salen de Los Tiguerones, los desertores serán objetivos ‘militares’ y serán asesinados. Por último, a quien le deben obediencia absoluta es a su líder máximo, el criminal Willian Joffre Alcívar, conocido como Negro Willy, actualmente detenido en España.

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