El descontento de las trabajadoras sexuales del Centro Histórico de Quito sigue de manifiesto. Este 16 de febrero se reunieron para presentar una acción de protección en el Complejo Judicial norte para que las dejen laborar.

Con carteles, las sexoservidoras hicieron una plantonera para pedir que las autoridades capitalinas ya no las persigan como si fueran delincuentes. Nelly Hernández, presidenta de la organización Visión para un Futuro Mejor, explicó que se sienten discriminadas.

“En menos de ocho meses, las autoridades municipales han intervenido dos veces en los sitios donde laboramos”, contó la representante. A decir de Hernández, lo que ellas quieren es que se las regularice para evitar intervenciones que vayan en contra del trabajo sexual.

Indicaron que, en el Centro Histórico, ellas tienen contratos con cinco hostales para ejercer el sexoservicio. Sin embargo, no se cuenta con un permiso definitivo para trabajar en paz.

Los problemas

Gloria Villacrés, presidenta de la Asociación por un Futuro Mejor, detalló que cuando clausuran los lugares con los que se tienen convenios, ellas tienen que ir a otras partes que no son legales. “Nos hacen caer en la clandestinidad y eso es exponernos a que nos pase algo malo”, contó.

Lo único que pide Villacrés y las demás chicas es que las autoridades las escuchen, para llegar a un consenso que les permita ejercer este oficio.

Por ahora, se espera por la resolución judicial ante la presentación de la acción de protección que hicieron las sexoservidoras. De llegarse a aprobar, esto beneficiaria a poco más de 500 trabajadoras del Centro Histórico.