Si los prostíbulos de Santo Domingo no vuelven a abrir sus puertas, las trabajadoras sexuales ofrecerán sus servicios en las calles, según Leticia Ortiz, presidenta del gremio en tierra tsáchila.

Los 12 centros de tolerancia de la zona urbana del cantón fueron clausurados durante la semana pasada por la falta del informe de uso de suelo y patente municipal y aproximadamente 600 mujeres están sin trabajo.

De acuerdo a la líder de ‘Las barbies’, como se llama la asociación de trabajadoras sexuales, ellas se pusieron de acuerdo para no salir a laborar durante el fin se semana hasta intentar encontrar una solución junto a las autoridades municipales.

Para eso, el próximo jueves realizarían una marcha que partirá desde el baipás Quevedo-Quito hasta el Municipio, donde exigirán dialogar con el alcalde. “Sino logramos una solución, estaremos en las calles porque necesitamos trabajar”, sentenció.

La dirigente señaló que no les queda más opción, pues si no cuentan con lugares adecuados donde ofrecer sus servicios, las residenciales y hoteles serán los sitios a donde acudirán, manifestó.

Y si estos no les abren las puertas buscarán la forma de concretar el acto sexual con su clientes, así que no descarta que esto ocurra en plena calle, como ya pasó en Quito.

Mientras que otras optarán por irse a provincias aledañas o acudir a aquellos burdeles que aún están abiertos en la zona rural de la provincia tsáchila.

Fin de semana ‘desierto’

Sin destellos coloridos de luces fluorescentes promocionando placer, la vía a Quevedo, donde estaban ubicados algunos centros nocturnos, lució lúgubre el fin de semana. Solo lámparas de alumbrado público iluminaban las puertas cerradas de los ‘chongos’.

Ya no estaban los taxis que salían y entraban con clientes, ni quien los reciba y promocione momentos de gozo por unos cuantos dólares. No había mujeres, ni clientes, ni comerciantes.

En los bajos del Municipio, calles del centro y la terminal terrestre tampoco se registró la presencia de chicas ofertando sexo.

Las apoyan

Paulina Rueda, dirigente del Foro de Mujeres de Santo Domingo y defensora de los Derechos Humanos, manifestó que están respaldando a las trabajadoras sexuales y su derecho al trabajo.

Agregó que al verse obligadas a trabajar en la calle están expuestas a peligros permanentes, como delincuencia y delitos sexuales. Además, 500 personas más vinculadas al comercio y servicios de transporte se han quedado sin labores.