Hace diez años, Lilia Párraga enfrentó uno de los peores dolores para una madre: perdió al segundo de sus seis hijos, Sergio Vera Párraga, quien se quitó la vida. “Esa es una herida que todavía no cicatriza”, dice con voz quebrada.

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Hoy, el dolor volvió a golpearla, de forma aún más trágica. La menor de sus descendientes, Ericka Beatriz Vera Párraga, de 24 años, murió aplastada por un contenedor que la mañana del martes 24 de junio se desprendió de un cabezal en la vía Perimetral, en el noroeste de Guayaquil. Su muerte fue instantánea.

“Ella me decía: ‘Viejita, yo te voy a cuidar’. Cuando salíamos, me tomaba de la mano y me repetía: ‘Si algo te pasa, me muero’. Y ahora siento que soy yo la que se está muriendo. El dolor es tan grande... Yo la llamaba mi muñeca”, relató Lilia entre lágrimas.

La historia de la mamá de joven sepultada por contenedor

La mujer, de 57 años, contó que tuvo seis hijos, tres de ellos varones. Uno, Sergio, se ahorcó hace una década. “Este año ha sido demasiado duro para mí. Perdí a mi madre, a dos hermanas y a una sobrina, todas por causas naturales”, comentó.

Sobre Ericka, explicó que no la veía desde hacía un mes, pues vivía con su pareja y sus tres hijos. “Ella era consumidora de drogas, al igual que su pareja, y eso me angustiaba. Siempre tenía miedo de que algo les pasara. Él, por su adicción, no puede hacerse cargo de los niños”, añadió.

Confesó que lo que más le duele ahora es no poder darle sepultura a su hija como merece. “Le supliqué a mi yerno que nos ayudara con los trámites. Él es el único que puede cobrar el seguro de accidentes con el que íbamos a cubrir los gastos funerarios, pero me dijo que solo le interesa el dinero del seguro y que nosotros veamos cómo pagar el féretro y el cementerio”, aseguró la mujer, mientras con pesar observaba el ataúd donde yacía su “muñeca”.

La mañana del miércoles, un representante del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) visitó a la familia y gestionó ayuda para cubrir los gastos funerarios. Finalmente, los restos de Ericka fueron sepultados al mediodía en el cementerio Parque de la Paz, en Pascuales.

El día del accidente, el conductor del vehículo pesado huyó del lugar y dejó abandonado el contenedor que cayó sobre la joven madre. “No sabemos quién iba conduciendo. Nos han dicho que no hay detenidos”, manifestó otro familiar de la víctima. (AEB)

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