El adiós de los cuatro hermanitos asesinados a tiros, la noche del lunes 11 de diciembre en la cooperativa Guayas y Quil 1, en el Guasmo sur de Guayaquil estuvo cargado de lágrimas, dolor, rabia e impotencia.

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Los niños de 7, 5, 3 años y la bebita de 5 meses de nacida fueron sepultados, al medio día de este jueves 14 de diciembre en el camposanto Parque de la Paz de la parroquia Pascuales, al norte del Puerto Principal.

Los féretros de color blanco, dónde descansan sus cuerpecitos fueron retirados a las 10:00 de la vivienda de sus bisabuelos paternos, en donde los velaron desde el martes 12 de diciembre, un día después del cruel atentado que también causó la muerte de la madre de los angelitos.

El cortejo fúnebre avanzó pie hasta El Pedregal en el Guasmo Sur. Las personas que acompañaron en este dolor a los familiares de los niños, llevaban globos blancos y lanzaron varios juegos pirotécnicos al aire, también hubo música que arrancó más de una lágrima.

Pasada las 11:00 las cajitas fueron colocadas en una carroza y las más de 200 personas que acompañaron al padre, abuelos, tíos y otros parientes avanzaron en carros hasta el cementerio ubicado en el otro extremo de la ciudad.

Ya en el camposanto el dolor se hizo más profundo. Los féretros fueron colocados uno al lado del otro, formando un cuadrado. En medio del desconsuelo se escuchaban frases como: "Justicia para estos angelitos", "todo lo que se hace se paga tarde o temprano", "se llevaron a cuatro niños y también a su madre".

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