La ciudad de Esmeraldas vivió una jornada de tensión y alivio, tras la captura de Jordy Quiñónez, alias La J, de 28 años, presunto líder de la banda de Los Gángster, un grupo terrorista que siembra pánico y muerte en la zona.

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Junto a él, también fue aprehendido Tomás C., de 34 años, otro miembro de la organización criminal. Ambos fueron sorprendidos este 27 de febrero en el sector de San Martín, en las riberas del río Esmeraldas, donde tenían su base de operaciones.

Según las autoridades, ambos tienen antecedentes por asesinato y tráfico de sustancias sujetas a fiscalización. “Se les atribuye la autoría de varios crímenes cometidos en la ciudad, así como el control del mercado ilícito de drogas”, aseguró el coronel Juan Carlos Soria Alulema, comandante de la subzona Esmeraldas.

La banda de Los Gángster, presuntamente liderada por La J, se caracteriza por su violencia y crueldad. Según las investigaciones policiales, este grupo se dedica a extorsionar, amenazar, secuestrar y asesinar a comerciantes, transportistas y ciudadanos en general, para imponer su dominio en la zona.

“Es una banda muy sanguinaria, que no tiene escrúpulos ni respeto por la vida humana. Sus víctimas eran elegidas al azar o por venganza. Muchas veces dejaban mensajes amenazantes o firmas con sangre en los lugares donde cometían sus atrocidades”, relató un agente policial que prefirió mantener su identidad en reserva.

Además, estos terroristas tendrían nexos con otras organizaciones delictivas, tanto nacionales como internacionales, para el abastecimiento y distribución de drogas. Según el coronel Juan Carlos Soria, Jordy sería el encargado de coordinar estas actividades ilícitas, así como de lavar el dinero proveniente de las mismas.

La captura de los dos sujetos fue el resultado de un meticuloso trabajo de inteligencia, que duró varios meses, por parte de las unidades investigativas de la Policía Nacional. La operación contó con el apoyo de agentes especiales, helicópteros y drones que permitieron ubicar y neutralizar a los sospechosos.

Soria calificó la aprehensión de J como un importante golpe contra la delincuencia organizada y la inseguridad en la región. “Hemos capturado al cabecilla de una de las bandas más peligrosas que operaban en Esmeraldas. Con esto, esperamos reducir aún más los índices de violencia y criminalidad en la ciudad”, afirmó.

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