La noticia es de no creer: luego de dos días de desaparecida una perrita, de 12 años, retornó a casa con algo: ¡La habían violado!

La historia de la perrita Blanca empezó a ser curiosa cuando regresó a su casa desesperada y buscando dónde esconderse.

Sus dueños dicen que se notaba aterrada. Ellos aseguran que ella logró huir de alguien que la tenía prisionera cerca de ahí, en la cooperativa 20 de Octubre.

Cuando volvió su hocico estaba amarrado con el elástico de unos calzoncillos y las partes íntimas y patas traseras estaban cubiertas de sangre.

Su propietario por años, Cristóbal Gutiérrez, la tiene desde cachorrita y asegura, sin dudas, de que abusaron íntimamente de la perrita. “Jamás en la vida puede ser que un animalito sangre así. Estaba bañadita en sangre sus partes. Debe estar mal de la mente para hacer esto a una perrita inocente”, aseguró indignado.

Apenas le soltaron la atadura de su hocico, la mascota tomó agua desesperadamente y luego se alimentó. Sus dueños creen que ella no pudo hidratarse durante todo el tiempo que estuvo en cautiverio. “Le amarraron para que no hiciera bulla”, insistió su dueño.

Drama canino

Cristóbal y su nieta, Nathaly Baquerizo, llevaron a Blanca a la veterinaria a fin de darle tratamiento y a corroborar la violación.

En el pasillo, mientras esperaban el turno para la atención, la perrita temblaba. “Ella no es así. No es nada de lo que siempre ha sido. Yo sé que es viejita, pero aún así es juguetona y vivaracha”, dijo la joven. Algo totalmente distinto a su semblante.

Cuando le midieron la temperatura se evidenció que tenía fiebre. También tenía hinchado su hocico por la presión del elástico con el que la habían amarrado.

El eco abdominal que le practicaron descartó indicios de enfermedad o tumor que hiciera a Blanca sangrar de forma espontánea.

Durante la exploración de sus partes ensangrentadas, la perrita estuvo incómoda y mostraba temor, pero Nathaly la tranquilizaba para que le tomaran muestras para hacer exámenes de laboratorio.

Horas más tarde, los resultados le fueron entregados a sus dueños y confirmaban sus terribles sospechas, a la perrita la habían violado.

Nathaly está consternada. Pronto se recibirá de abogada y dice estar consciente que no existe ninguna ley que ampare a su familia en un caso como este. “Ella no es solo una mascota, es parte de la familia”, acotó.

Esta convencida de que es necesaria una reforma al Código Orgánico Integral Penal donde se sancionen estos actos atroces. “La Constitución protege el ambiente y el ecosistema, los animalitos son parte él”, agregó.

Manifestó también que si bien no se puede acudir a la justicia por este caso, sí se puede alertar a la localidad. “Estoy segura de que no es el primer caso, sino que nosotros no nos hemos quedado callados. No es posible que otro animalito sufra lo mismo... me preocupa que le pueda pasar también a niños o cualquier persona”, finalizó.