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Cubrieron su rostro antes de matarlo
La víctima fue hallada a unos metros en el Night Club Gato Negro y sufrió tortura antes de morir.

Agentes de criminalística se dirigieron hasta el lugar.
Cubierto su rostro, con sus manos atadas y con varios impactos de bala en su cuerpo fue hallado una persona sin vida de aproximadamente 35 años. La víctima estaba boca abajo en medio de unos matorrales de una hacienda bananera del sitio Tíllales del cantón El Guabo, provincia de El Oro.
Un jornalero que se disponía a realizar sus labores cotidianas en el predio bananero, a las 6:30 de este 18 de agosto, se llevó un gran susto al encontrar al cadáver que presentaba signos de tortura.
Asustado por el hallazgo, dio aviso al ECU-911 para que coordine con la Policía del sector. El cuerpo se hallaba a unos trecientos metros del Night Club Gato Negro, a la altura de una vía de segundo orden.
Después de unos minutos, arribaron varios agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased), quienes acordonaron la zona para hallar indicios que les permitan establecer cómo murió esta persona.
Los investigadores de la Dinased están tratando de establecer si lo ejecutaron en el lugar o la asesinaron en otro sitio. Se presume que sus verdugos cometieron el atroz crimen entre la noche del viernes o madrugada del sábado. Al parecer antes de matarlo le ataron sus manos y le cubrieron su rostro con su propia camisa.
No saben quién es el fallecido
Beto Ramírez, lugareño del sitio ingresó hasta donde estaba el cadáver con la finalidad de reconocerlo. Él mencionó que la persona no habita por el sector. “Estaba sin camisa y con dos disparos en el pecho y espalda”, detalló el jornalero.
De su parte Paúl Iñiguez Apolo, fiscal de turno del cantón dijo que la víctima aún no está identificada y que en el transcurso de las investigaciones se van a determinar las causas de su fallecimiento, informó el funcionario judicial.
Una vez hechas todas las diligencias en la zona, el cuerpo fue llevado hasta el Centro Forense de la ciudad de Machala, a la espera que sea reconocido por sus familiares.