“Mijito, te vas a recuperar”

La mañana del viernes 25 de agosto, la esperanza llamó a la puerta de la familia de Yordi Alcívar, el joven porteño de 18 años cuyo cuerpo se quedó totalmente paralizado luego de un grave accidente de moto ocurrido el 7 de mayo. Después de tres meses de sufrimiento, en los que el muchacho tan solo podía comunicarse con su madre a través de meros pestañeos, una luz emergió al final del túnel.

Gracias a la mediación de Diario EXTRA, que hizo de canal para dar a conocer sus necesidades y anhelos, la mamá del chico, Luisa Santos, ha hallado una oportunidad en la que creer, “el milagro” que suplicaba a Dios.

Porque nada más conocer el caso a través de este Diario, el doctor Roberto Gilbert, director de la clínica Guayaquil, decidió tenderle su mano y estudiar a fondo la situación de su hijo. Está dispuesto a hacer todo lo que sea preciso, y de forma gratuita, para que su salud mejore.

El siniestro ocurrió mientras Yordi viajaba en la parte trasera del vehículo, que se estrelló contra un trailer. Los tres ocupantes de la moto resultaron heridos, pero solo él padeció graves secuelas motrices y neurológicas.

A bordo de una ambulancia, un equipo de paramédicos de la casa de salud se desplazó hasta el hogar de Luisa, en la parroquia Pascuales de Guayaquil. Lágrimas, risas y besos al cielo y al joven llenaron de júbilo la casa.

Debido al delicado estado del paciente, el equipo de la clínica tuvo que bajar una camilla del transporte. Yordi yacía en la cama, rodeado de sus allegados más cercanos, quienes oraban unidos antes de que los especialistas lo cargaran.

Según la progenitora, su amado vástago estaba al tanto de que lo iban a trasladar. El día anterior, le había preguntado si quería que lo hospitalizaran y él, como hace siempre que desea dar una respuesta afirmativa, respondió “con dos pestañeos” significativos.

Madre y abuela lo despidieron con un beso simultáneo en cada mejilla. “Mijito, sé que te vas a recuperar. Te van a revisar muy bien”, expresó Gloria Santos, la adulta mayor. “Me duele mucho que se vaya, pero sé que los médicos harán todo lo posible por él. Agradezco a Diario EXTRA por haber puesto sus ojos en nuestra familia”, añadió bañada en lágrimas.

Hasta los vecinos salieron a la calle para desearle suerte y su pronto regreso. Los párpados de Yordi se movían algo agitados dentro de la ambulancia, una señal de que se encontraba muy contento, según su madre.

La sirena abría el paso de la comitiva y anunciaba a toda la ciudad que Yordi no está dispuesto a rendirse, que su cuerpo parece muy cansado, pero su espíritu guerrero continúa intacto y desea luchar por su vida.

Se quedó internado

El equipo bajó al paciente a Emergencia, donde le hicieron un primer chequeo antes de quedar ingresado. Ahora, varios días después, continúa en la casa de salud. Y Luisa, mucho más optimista que hace unas semanas, apostilló que permanece en cuidados intermedios, atendido por un amplio grupo de expertos. Por el momento, siguen realizándole exámenes y valoraciones para una operación.

Antes de la trágica colisión, Yordi gozaba de una excelente salud: caminaba, corría, reía, lloraba, bromeaba, se enojaba, bailaba, gozaba, jugaba pelota y estudiaba. Pero hoy permanece rígido, con un tubo en la tráquea, por donde respira; una sonda conectada a su estómago, a través de la cual le suministran alimentos, y otra para orinar. No mueve ninguna de sus extremidades, de modo que se ve obligado a utilizar pañales desechables.

A Luisa le preocupa el futuro de su nieta, quien nació hace pocos días. Al parecer, desconoce su destino, ya que la pareja de su hijo “ya no vive en el mismo sitio”. Por eso, le gustaría saber dónde se encuentra la bebita.

Más ayuda

A pesar de que el paciente está recibiendo ayuda, aún precisa de más apoyo y medicinas. Por eso, quienes deseen colaborar con él pueden llamar al 098-1431726, 099-4128256, 042-984636 y a la redacción de Diario EXTRA. También pueden acudir directamente a la clínica. Varios donantes ya se han acercado hasta allí en las últimas horas.

Su estado es “más crítico” que el de Alberto Nupia

Luciana Boloña, médico residente de la clínica Guayaquil, explicó que el personal de la casa de salud llevó a cabo todos los preparativos para el ingreso de Yordi en cuanto recibió las debidas instrucciones del director, Roberto Gilbert. El joven será atendido de forma gratuita por los especialistas, quienes harán todo lo que esté en sus manos para ayudarle a mejorar su calidad de vida.

No obstante, Luciana precisó que el caso del muchacho es muy complicado porque tiene politraumatismos y un trauma craneoencefálico grave. Además, en el hospital donde estuvo antes asilado ya habían hecho todo lo posible por él. “Está con unas secuelas neurológicas muy importantes”, comentó.

Tras el primer día de ingreso, debían efectuarle distintas valoraciones y exámenes con el objetivo de hacer un diagnóstico preciso y riguroso sobre su estado: “Vamos a darle un cuidado integral importante y a ayudarlo para que todo funcione bien, como la parte respiratoria. Todavía no sabemos qué se podrá hacer con la neurológica”.

En este sentido, la situación de Alberto Nupia, el padre a quien la clínica atendió a través de EXTRA tras ser atropellado por un bus y quedar paralizado, no era tan delicada. “Las condiciones -de Yordi- son más críticas, pero la fe en Dios no se pierde”, concluyó.