SUSCRIBIRME POR $1/ 1 MES

Exclusivo
Buena Vida

¡Lo dejó tras enterarse de que era delincuente, pero él la mató y luego se suicidó!

La joven no imaginaba que su expareja había sido un acosador sexual y que su próxima víctima sería ella.

Imagen 10354749_850723688311134_47371457187 (26129772)

Lauren McCluskey, una joven estadounidense de 21 años, pensó que al encontrar a su pareja estaba encontrando el amor. Sin embargo, fue el primer paso dentro de una historia tormentosa.

McCluskey era una deportista de la Universidad de Utah, reconocida por sus logros en el atletismo. Su vida, recuerdan quienes la conocían, era completamente normal, hasta que conoció a Melvin Rowland, de 37 años. El hombre había sido declarado culpable de abusos sexuales forzosos en 2004, según los registros públicos, pero cuando se conocieron, la chica no lo sabía. Él incluso mintió sobre su nombre y edad, narra Infobae.

La relación duró apenas un mes hasta que un amigo de Lauren le informó sobre el historial criminal de su novio y ella quiso romper el contacto el 9 de octubre pasado. Bloqueó el número de teléfono de él, pero —según informó la mamá de la chica, Jill McCluskey— a medios locales: “Luego de la ruptura mi hija era acosada por Rowland”. Por ello lo denunció ante la policía. Pero las llamadas continuaron.

De acuerdo al relato de la madre de la víctima, la noche de la tragedia estaban hablando por teléfono cuando de repente la comunicación se interrumpió y la oyó gritar: “¡No, no, no!”. Pensando que podría estar teniendo un accidente automovilístico, ella y su esposo llamaron al 911.

Pero fue demasiado tarde. La joven apareció sin vida en el asiento trasero de un auto, en el estacionamiento del campus de la Universidad de Utah. Luego de encontrar los restos, la Policía emprendió la búsqueda del sospechoso.

Horas más tarde, el asesino fue encontrado muerto por una herida de bala autoflingida cerca de la Iglesia Episcopal Metodista Africana Trinity, a unos 6 kilómetros al oeste del campus, cerca del centro de Salt Lake City.

El suceso ha consternado no solo a familiares, así como a la comunidad universitaria y a la localidad donde ocurrieron los hechos.