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Alimentación para deportistas amateurs: claves antes y después del ejercicio
Una buena alimentación antes y después del ejercicio mejora tu rendimiento y recuperación
La alimentación es una pieza clave del rendimiento físico, incluso si practicas deporte de forma recreativa. Saber qué comer antes y después del entrenamiento puede marcar una gran diferencia en tus niveles de energía, tu recuperación muscular y tus resultados generales. No se trata solo de comer más, sino de comer mejor y en el momento adecuado.
(Lea esta nota también: ¿Qué comer en el desayuno? La guía científica para empezar el día con energía)
Aunque no seas atleta profesional, prestar atención a lo que consumes antes y después del ejercicio puede ayudarte a mantener un cuerpo sano, mejorar tu resistencia, aumentar masa muscular o simplemente sentirte con más vitalidad. Aquí te contamos qué debes incluir en tu dieta según tus objetivos.
Alimentación y rendimiento: una conexión directa
La nutrición deportiva no está reservada únicamente para atletas de élite. Esta disciplina se centra en enseñar a quienes practican deporte de forma habitual cómo alimentarse de manera adecuada, adaptándose a sus metas, características físicas y estilo de vida.
Una dieta bien planificada puede mejorar tu concentración, regular tus niveles de energía, ayudarte a quemar grasa y aumentar tu resistencia. También previene lesiones y acelera el proceso de recuperación. Además, favorece el desarrollo de masa muscular y mejora el desempeño físico en entrenamientos o competiciones. En resumen, alimentarte bien te hará sentirte mejor dentro y fuera del deporte.
Muchas personas se preguntan si es mejor comer antes o después de entrenar. La respuesta es simple: ¡las dos! Comer antes te aporta la energía necesaria para rendir durante el ejercicio, mientras que hacerlo después favorece la recuperación muscular y repone nutrientes esenciales.
No se trata de grandes cantidades, sino de calidad y de tiempos adecuados. La clave está en saber qué comer y cuándo hacerlo. Tanto la comida previa como la posterior deben estar bien equilibradas en términos de proteínas, carbohidratos e hidratación.

Qué comer antes de entrenar: energía sin pesadez
Antes de entrenar, lo ideal es consumir alimentos que sean fáciles de digerir y que aporten energía sostenida. Evita las comidas altas en grasas o muy pesadas, ya que dificultan la digestión y pueden provocar malestar durante el ejercicio. Una buena estrategia es comer una comida principal 3 o 4 horas antes, y complementar con un snack ligero entre 30 minutos y una hora antes de comenzar.
Por ejemplo, puedes optar por una taza de avena cocida acompañada de frutas picadas y un vaso de yogurt o leche, que proporciona una buena combinación de carbohidratos y proteínas.
Otros snacks recomendados incluyen plátanos poco maduros, frutos secos como almendras o nueces, y, por supuesto, avena en sus múltiples formas: con leche, en barritas caseras o combinada en batidos. Lo importante es hidratarse bien antes de comenzar, ya que eso también retrasa la fatiga y mejora el rendimiento.
Qué comer después de entrenar: reparar y reponer
Una vez que terminas tu rutina, tu cuerpo necesita recuperarse. Aquí los protagonistas son las proteínas y los carbohidratos, encargados de reconstruir el tejido muscular y reponer las reservas de energía. No es necesario hacer una gran comida inmediatamente, pero sí consumir algo nutritivo en la primera media hora después del ejercicio.
Una excelente opción puede ser un batido de frutas con avena, acompañado de algo de fruta picada. Un poco más tarde, puedes optar por un tazón de avena con frutas, o una tortilla de huevo con una tostada con aguacate. Estas combinaciones aportan nutrientes esenciales para la recuperación y son fáciles de preparar.
La importancia de hidratarse después del ejercicio
No hay que olvidar la hidratación. Durante la actividad física, el cuerpo pierde líquidos y electrolitos que deben ser repuestos cuanto antes.
- Beber agua es indispensable, pero también puedes incorporar bebidas con electrolitos si tu entrenamiento ha sido especialmente exigente o si has sudado mucho.
- Las bebidas deportivas pueden ayudarte a recuperar sodio, potasio y otros minerales clave. Consulta siempre con un profesional sobre cuál es la mejor opción para ti, especialmente si realizas entrenamientos intensos o prolongados.
Personaliza tu dieta: consulta con un nutricionista deportivo
Cada cuerpo es diferente y por eso no existe una única dieta que funcione para todos. Si realmente deseas optimizar tu rendimiento, mejorar tu salud y alcanzar tus objetivos, lo más recomendable es acudir a un nutricionista deportivo. Estos profesionales diseñan planes alimenticios adaptados a tu tipo de entrenamiento, metabolismo, preferencias alimenticias y metas personales.
Además, un nutricionista puede ayudarte a identificar deficiencias, ajustar porciones, sugerir suplementos si es necesario, y enseñarte a mantener una alimentación balanceada y sostenible en el tiempo. Ya sea que quieras perder peso, ganar músculo o simplemente sentirte con más energía, una dieta personalizada será siempre una gran aliada.
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