Soy de la ciudad de Cuenca, me llamo Gladys y tengo 48 años de edad; mi expareja tiene 65. Hace dos años mi esposo se fue de mi lado y se llevó a mi hijo, quien hoy tiene 17 años. Aparte tengo una hija mayor que ya es casada.

Durante todo este tiempo que he estado sola la he pasado mal, porque vivo angustiada. Los motivos de mi separación fueron por problemas de nuestros estados de ánimo, ambos tuvimos un periodo de mal carácter. Fue una etapa difícil, más todavía porque mi hijo estaba en la adolescencia o como quien dice la “edad del burro”. En ese entonces, mi cuñada, quien es solterona, vivía con nosotros. Al parecer, ella aconsejó a mi marido para que se fuera de mi lado. Sé que mi expareja vive en la ciudad de Macas, Oriente ecuatoriano, con mi hijo. Le confieso que siento un deseo inmenso de recuperar a mi familia. Debo acotar que luego de la separación hubo una persona que me pretendía, pero dejé de escuchar sus mentiras cuando me enteré de quién verdaderamente se trataba. ¿Qué puedo hacer? Quiero ver a mi hijo.

Respuesta:

Mira Gladys, hay ciertas etapas de la vida en que el hombre y la mujer pasan periodos muy fuertes, estos son los cambios hormonales, ya sea por la menopausia o andropausia, cada uno en su respectivo lugar. Seguramente se impuso el mal genio en ambos y no se pudieron soportar. Creo que ninguno se percató de recurrir a un especialista, de lo contrario las cosas se habrían arreglado y ahora estuvieran juntos. Lo malo es que él se llevó a tu hijo, quien también pasaba por una etapa compleja, como es la adolescencia. Pero bueno, puede darse el caso que el joven te busque cuando tenga su mayoría de edad. No estuvo bien que no hicieras nada por recuperar a tu hijo, o al menos mantener contacto con él. Creo que debes tratar de ubicar a tu exmarido y a tu hijo, y dialogar con ellos, llegar a un acuerdo de mantener una buena relación familiar. En caso de que deseen recuperar el hogar, lo podrían hacer siempre y cuando los dos pongan de su parte y, por supuesto, tu expareja esté soltero. Recuerda este dicho: “Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña”.

Atención: Doña Esperancita no solo trata temas relacionados al amor, también de otra índole. Cuente su historia a donaesperancita@granasa.com.ec o puede enviar mensaje al WhatsApp 0990214407.