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El derretimiento de los polos eleva el nivel del mar más rápido de lo esperado
Estudio alerta sobre el aumento del nivel del mar, que podría volverse incontrolable debido al deshielo acelerado de los polos.
El derretimiento de las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida podría provocar un aumento descontrolado del nivel del mar, incluso si se lograra limitar el calentamiento global a 1,5 °C, como se propone en el Acuerdo de París. Así lo revela un nuevo estudio internacional publicado en Communications Earth & Environment, que advierte sobre un posible colapso catastrófico de los casquetes polares.
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Según los investigadores, incluso con una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero, se prevé que el nivel del mar aumente a un ritmo de 1 cm por año para finales de este siglo, lo cual sería incontrolable para muchas regiones costeras habitadas.
El calentamiento global y su aceleración

El informe subraya que el calentamiento global ya ha alcanzado 1,2 °C, un nivel suficiente para desencadenar procesos que aceleran el colapso de los glaciares polares. Según el profesor Chris Stokes, de la Universidad de Durham (Reino Unido), este aumento de temperatura está generando una aceleración del nivel del mar que podría volverse inmanejable en las próximas décadas. Desde la década de 1990, la pérdida de masa de hielo en los polos se ha cuadriplicado, lo que ha convertido el derretimiento de estos glaciares en uno de los principales impulsores del aumento del nivel del mar.
El estudio también pone en duda la eficacia del límite de 1,5 °C como freno al deshielo polar. Los autores sostienen que la evidencia histórica sugiere que cuando la temperatura media global alcanza los 1,5 °C, el nivel del mar podría subir varios metros debido al colapso irreversible de las capas de hielo. Según la profesora Andrea Dutton, de la Universidad de Wisconsin-Madison, este límite ha sido sobreestimado, y los impactos podrían ser mucho más graves de lo que se había previsto.
El impacto en las ciudades costeras y la migración masiva
Actualmente, más de mil millones de personas viven a menos de 10 metros sobre el nivel del mar, y 230 millones de ellas se encuentran a menos de un metro. Si el nivel del mar sube solo 20 cm para 2050, se estima que las pérdidas económicas anuales podrían superar el billón de dólares en las 136 principales ciudades costeras del mundo. El profesor Jonathan Bamber, de la Universidad de Bristol, advierte que si el nivel del mar sigue subiendo a este ritmo, la adaptación se volvería extremadamente difícil y provocaría una migración masiva hacia zonas más altas, a una escala jamás vista en la historia moderna.
La capacidad de adaptación no será la misma para todos los países. Mientras que naciones con experiencia en defensas costeras, como los Países Bajos, podrían hacer frente al aumento del nivel del mar, los países en desarrollo como Bangladesh enfrentan desafíos mucho mayores debido a su vulnerabilidad y falta de recursos. Aunque se logre reducir el CO₂ atmosférico y revertir el calentamiento, la recuperación de las capas de hielo podría tardar entre siglos y milenios, lo que implica que las tierras costeras sumergidas quedarán bajo el agua durante generaciones.
Lecciones del pasado: un futuro incierto
Los antecedentes históricos refuerzan la preocupación. Durante la última glaciación, hace 15.000 años, el nivel del mar subía diez veces más rápido que en la actualidad, impulsado por pequeños aumentos de temperatura y mecanismos de retroalimentación climática. Además, hace tres millones de años, cuando las concentraciones de CO₂ atmosférico eran similares a las actuales, el nivel del mar subió entre 10 y 20 metros. Estos datos del pasado sirven como advertencia de que los efectos del cambio climático actual podrían ser mucho más severos de lo que se espera.
La urgencia de actuar frente al cambio climático
Para evitar consecuencias catastróficas a largo plazo, los autores del estudio hacen un llamado a la acción: el calentamiento global debe mantenerse lo más cerca posible de 1,0 °C, y no de 1,5 °C como se había propuesto inicialmente. La clave para mitigar los efectos del deshielo polar y el aumento del nivel del mar radica en acelerar la transición energética, reforzar la acción climática y adoptar nuevas medidas de adaptación costera. Solo así se podrá evitar una crisis global de dimensiones nunca antes vistas.