Punta tacón, punta tacón. Un hombre se desliza en la pista con tacones, se estira y se arquea. El ‘heels dance’ y el ‘femme style’ son ritmos no muy populares, pero que empiezan a pisar fuerte en Ecuador. Ritchard Viruez y César Segovia demuestran que es posible bailar así.

Ellos pisotean prejuicios.

El estilo que practican es un experimento que se afianza. Ambos empezaron en la danza a través del ballet, el jazz, el hip-hop. Ahora ya subidos sobre agujas de 10 centímetros o más, la perspectiva cambia y la resistencia que se debe tener también.

Ritchard es boliviano y César es manabita. Lo que saben lo difunden en clases de gimnasio y cursos; de paso y sin proponérselo, trabajan en reducir estigmas. El primer rechazo con el que se topan es que el baila con tacos es gay.

Ritchard: “Ponerte tacones no significa que te guste acostarte con hombres. Es como una mjer que se viste de hombre para un espectáculo”.

César: “Bailar ‘femme style’ no está definido por tu género. Arte es arte. Si eres bailarín tienes que aprender de todo”.

En uno de los seminarios dictados por César en Quito en 2016 describió este ritmo en menos de dos líneas:

“El estilo femme es uno de los géneros urbanos más contemporáneos. Permite a tu cuerpo explorar su sensualidad sin barreras”.

Los tacones no discriminan sexo.

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